La guerra entre Israel y Hamás en Gaza sigue su curso sin señales claras de un alto el fuego a corto plazo, a pesar de que recientemente se alcanzó un acuerdo de cese de hostilidades entre Israel y Líbano.
La situación en Gaza se mantiene en un bloqueo político y militar, donde las divisiones internas palestinas y la falta de liderazgo unificado han complicado las posibilidades de llegar a un acuerdo similar al de Líbano.
Hamás, el grupo terrorista que lidera el gobierno de facto en Gaza, ha enfrentado enormes dificultades a lo largo del conflicto.
Tras la muerte de líderes clave a manos de Israel y los ataques constantes a sus infraestructuras en Gaza, la falta de un liderazgo cohesionado ha debilitado la capacidad de Hamás para negociar efectivamente un alto el fuego.
Además, las divisiones internas entre los dirigentes de Hamás dentro de Gaza y en el exilio han hecho aún más difícil una comunicación fluida y una estrategia de negociación consolidada.
El factor palestino y las diferencias con Hezbolá
A diferencia de Hezbolá, que aceptó negociar a través del gobierno libanés para llegar al alto el fuego en Líbano, Hamás ha rechazado cualquier forma de negociación mediada por la Autoridad Palestina en Ramallah, lo que ha dificultado las posibilidades de un acuerdo unificado en Gaza, reseña la BBC.
La falta de un Estado palestino unificado y reconocido en la arena internacional ha dejado a Hamás liderando las negociaciones en Gaza, mientras que la Autoridad Palestina en Cisjordania no tiene una legitimidad política reconocida por todas las facciones palestinas.
Mientras tanto, Israel considera que la guerra en Gaza es su principal batalla, dado que Hamás fue quien inició el conflicto al lanzar ataques contra el territorio israelí. Israel ha intensificado sus esfuerzos para destruir las capacidades de Hamás, pero el costo humano y militar ha sido elevado.
Hamás sigue lanzando cohetes, causando muertes y daños dentro de Israel, mientras que la guerra terrestre continúa sin un avance claro.
La presión internacional y la postura de Estados Unidos
Los aliados internacionales de Israel, especialmente Estados Unidos y Francia, han comenzado a expresar una creciente preocupación por la situación en Gaza. A medida que las hostilidades se prolongan, se incrementa la presión internacional sobre Israel para que busque una solución que evite mayores pérdidas humanas y se enfoque en un acuerdo de paz.
Sin embargo, Israel sigue comprometido en su estrategia militar, creyendo que la destrucción de Hamás es esencial para su seguridad a largo plazo. Hezbolá, al ser un grupo de mayor capacidad militar, ha representado una amenaza más directa para Israel, lo que ha acelerado las negociaciones para un alto el fuego en Líbano, pero no ha hecho lo mismo en Gaza.
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