Ecuador no es un ‘narco Estado’, pero sigue siendo una plataforma de salida de la droga, explica experto

Nov 26, 2024

En el marco del primer año de gestión del presidente Daniel Noboa, el experto en seguridad Patricio Haro analizó los logros y retos de la lucha contra la inseguridad en una entrevista para Notimundo al Día. Durante el diálogo, se destacó la implementación de estrategias como el Plan Fénix y el reconocimiento del conflicto interno mediante el Decreto 111, pero también se evidenciaron áreas críticas por fortalecer.

Haro señaló que las cifras de violencia han mostrado una ligera mejora, con una disminución del 18% en las muertes violentas respecto al mismo periodo del año anterior. Este logro se atribuye a las acciones coordinadas de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que han enfrentado a 22 grupos criminales considerados amenazas al Estado. Sin embargo, el experto enfatizó que estos avances no son suficientes para declarar victoria en la lucha contra la inseguridad.

A pesar de los avances en la reducción de violencia, la inseguridad sigue siendo una preocupación creciente entre los ciudadanos. Haro destacó que delitos como robos, asaltos y actos violentos en espacios públicos han incrementado significativamente. La reciente crisis energética y la falta de luz agravan esta percepción, limitando la movilidad nocturna y aumentando el temor en la población.

Ecuador: plataforma del narcotráfico

El país enfrenta además el desafío de posicionarse como un puente estratégico en el tráfico de drogas entre Perú y Colombia, dos de los mayores productores de cocaína a nivel mundial. Según Haro, el narcotráfico en Ecuador no está controlado por grandes carteles, sino por microcarteles locales que brindan apoyo logístico a organizaciones criminales internacionales. Esto ha generado un aumento en la violencia y la inseguridad, especialmente en zonas urbanas y penitenciarias.

Haro subrayó que la lucha contra la inseguridad requiere una integración más efectiva entre las instituciones del Estado. La falta de coordinación entre las funciones legislativa y ejecutiva, así como la ausencia de un enfoque estratégico desde la academia, obstaculizan los avances. Además, destacó la necesidad de priorizar temas de seguridad en la educación superior para enfrentar de manera integral al crimen organizado.



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