El analista político Santiago Basabe evaluó el primer año de gestión de Daniel Noboa, señalando que el presidente ha aprendido a hacer política en Ecuador, adaptándose a los desafíos del país y ajustando sus decisiones conforme avanzaba.
A criterio de Basabe, Daniel Noboa ha ido sobre la marcha, aprendiendo cómo se hace política en el Ecuador y lo que implica ser un buen actor político.
El politólogo destacó que, a pesar de los retos, Noboa ha logrado mantenerse competitivo en la arena política. “Al final del año, tenemos un presidente con una aceptación similar a la de Luisa González, alcanzando 30 puntos porcentuales. En un país tan complejo como Ecuador, eso es bastante positivo”, afirmó.
En cuanto a los aspectos positivos del gobierno, Basabe resaltó la gestión económica de Noboa, calificándola como uno de los mayores logros de su administración.
Mencionó la mejora en las relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el fortalecimiento de los lazos comerciales con otros países, y la eliminación del subsidio a la gasolina como decisiones clave en el plano económico.
Sin embargo, Basabe también señaló áreas de preocupación. Para él, uno de los puntos más negativos de la gestión de Noboa ha sido “las decisiones que afectaron las relaciones internacionales de Ecuador, como el conflicto diplomático con México y los problemas relacionados con la vicepresidenta Verónica Abad”.
Aunque reconoció que ciertas decisiones, como las reformas constitucionales, generan rechazo en algunos sectores, Basabe sostuvo que, en general, hay una aceptación mayoritaria de su liderazgo.
El analista también hizo referencia al estilo de liderazgo de Noboa, comentando que el presidente “aprendió que en Ecuador se hace política no tanto siguiendo la Constitución, sino realizando golpes de efecto. Mostrarse como un Mandatario con capacidad de decisión, dispuesto a enfrentar los problemas”. Pero, advirtió que muchas de las decisiones clave de Noboa podrían tener implicaciones negativas para el Estado de Derecho y la percepción de Ecuador a nivel internacional.
Las relaciones internacionales deben ser relaciones de respeto mutuo. Que no se nos vea la cara de muy giles mismo. Lo de México estuvo bien, para que no ocurra lo que pasó en tiempos del señor Lasso, cuando Argentina, a través de su embajada, permitió el escape de la señora Duarte, y nos fue haciendo: “lero, lero”. Y para desagraviar el señor Lasso se fue a Argentina a tomarse un buen vaso de vino con el irrespetuoso. ¡Qué cosas de mi país, no?