El líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia asegura estar listo para enfrentar los desafíos que implica regresar a Caracas y asumir la Presidencia de Venezuela el próximo 10 de enero. En una entrevista con EFE, González reafirma su compromiso con una transición pacífica, en la que incluso el chavismo tenga cabida, y asegura que está “moralmente preparado” para una posible detención al volver a su país.

La legitimidad de su mandato
González Urrutia se considera el legítimo ganador de las elecciones del pasado 28 de julio, donde afirma haber obtenido 7,3 millones de votos, frente a los 3 millones que atribuye a Nicolás Maduro. Respaldado por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el dirigente asegura que cuenta con el 83,5% de las actas verificadas, las cuales son calificadas como falsas por el régimen de Maduro.

“Mi plan es estar en Caracas el 10 de enero para tomar posesión. Estoy preparado para ello”, señala. Aunque reconoce la posibilidad de tensiones, insiste en que su prioridad será liderar un proceso de reconciliación y recuperación integral para el país.

Apuesta por una transición ordenada
González Urrutia defiende un modelo de transición en el que el chavismo conserve un espacio dentro del panorama político venezolano. “El chavismo es una fuerza que permanecerá en el país”, afirma, destacando la necesidad de abrir un nuevo capítulo en la historia de Venezuela.

Entre sus propuestas incluye la liberación de más de 2.000 presos políticos y la construcción de un consenso nacional que permita superar las divisiones políticas. “La Constitución venezolana solo permite un presidente, y ese seré yo”, enfatiza, al tiempo que señala que Maduro deberá “tomar su rumbo” tras el fin de su mandato.

El papel del Ejército y el apoyo internacional
Sobre el Ejército, González destaca que los altos mandos cercanos a Maduro sostienen al régimen, pero asegura que las bases reflejan las mismas problemáticas que enfrenta el resto de la población. “La inflación y las carencias en salud también afectan a las Fuerzas Armadas”, explica.

El dirigente agradece el respaldo de gobiernos latinoamericanos y de la Unión Europea, que recientemente le otorgó el Premio Sájarov junto a María Corina Machado. También valora los contactos mantenidos con Estados Unidos, cuyo presidente electo, Donald Trump, reconoció su victoria.

Confianza en la seguridad y el futuro
Pese al clima de tensión en Venezuela, González Urrutia no teme por su seguridad ni la de su familia. “Cuando negocié mi salida a España, se acordaron ciertas garantías, entre ellas, no intervenir con mi familia”, asegura.

Para González, la clave de su gestión será el “reencuentro de los venezolanos” y la recuperación política, económica y social del país. Consciente de los retos que enfrenta, concluye: “Estamos listos para trabajar por la Venezuela que todos deseamos”.