El megapuerto de Chancay, ubicado en Perú, se perfila como una amenaza para la competitividad de los puertos ecuatorianos. Este proyecto, que comenzará operaciones en 2025, promete reducir en 10 días los tiempos de envío hacia Asia, lo que podría alterar las dinámicas comerciales en la región.
Juan Carlos Díaz Granados, exdirector Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Guayaquil, destacó la importancia de que Ecuador aproveche su ubicación geográfica, que le permite estar en línea recta con países clave de Asia, como China, Japón, y Corea del Sur.
No obstante, subrayó que para mantener la competitividad, Ecuador debe mejorar su infraestructura portuaria y su marco legal. En particular, mencionó que el país necesita asegurar condiciones de estabilidad jurídica y mejorar la eficiencia de sus procesos aduaneros.
El ex CEO de la Cámara de Comercio indicó que, aunque el megapuerto de Chancay es una inversión considerable para Perú, Ecuador tiene ventajas que debe capitalizar, como su proximidad a mercados internacionales.
Sin embargo, Díaz Granados también mencionó que los puertos ecuatorianos requieren más inversión en infraestructura para manejar una mayor carga, algo que solo se logrará si el país ofrece un entorno legal confiable para los inversionistas.
En cuanto a los riesgos que enfrenta Ecuador, destacó que los puertos nacionales deben mejorar sus costos operativos y agilizar sus trámites aduaneros para competir con la eficiencia del nuevo puerto peruano.
Además, resaltó que Perú ha avanzado significativamente en acuerdos comerciales y seguridad jurídica, lo que lo coloca en una posición ventajosa.
Finalmente, Díaz Granados concluyó que, aunque la infraestructura de Chancay puede representar una competencia para Ecuador, también es una oportunidad para que el país refuerce su comercio exterior y su infraestructura, lo que permitiría mejorar su presencia en mercados clave como Asia.
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