Barcelona SC cerró el 2024 con un logro agridulce: clasificarse por séptima vez consecutiva a la Copa Libertadores, aunque en esta ocasión solo accedió a la segunda fase del torneo. Este logro llega tras un año marcado por crisis institucionales, salidas clave y una serie de decepciones deportivas.

El inicio del año fue caótico para el club, que no contaba con una directiva reconocida hasta mayo. La elección de Antonio Álvarez como presidente puso fin a meses de incertidumbre, pero no sin polémicas.

Inicialmente, Álvarez fue proclamado sin elecciones debido a la descalificación de su competidor, una decisión rechazada por el Ministerio del Deporte.

Esto llevó a la intervención de la Federación Ecuatoriana de Fútbol y la realización de elecciones, que Álvarez ganó finalmente.

En lo deportivo, la temporada de Barcelona estuvo lejos de ser memorable:

• Copa Libertadores: eliminados en la primera ronda.
• Copa Sudamericana: despedida temprana en los playoffs bajo la dirección del técnico Ariel Holan.
• Copa Ecuador: derrotados en la primera ronda por Independiente Juniors, de la Serie B.

Además, el equipo perdió jugadores clave como Francisco Fydriszewski, Damián Díaz y Gabriel Cortez.

El técnico Diego López fue destituido tras la llegada de Álvarez, y Ariel Holan asumió el cargo, pero su gestión terminó en octubre luego de una derrota ante El Nacional.

Holan dejó un camerino desordenado, según reportes. Desde entonces, Segundo Alejandro Castillo tomó las riendas y logró que el equipo se clasificara a la Libertadores, aunque sin acceso directo a la fase de grupos.

Desde 2019, Barcelona SC ha mantenido una racha ininterrumpida de clasificaciones al torneo continental, un logro que sigue siendo un consuelo para la hinchada en un año donde los títulos y el protagonismo brillaron por su ausencia.