El presidente Daniel Noboa cumple un año en el poder, marcado por una gestión que ha combinado avances legislativos, confrontaciones políticas y desafíos económicos y sociales. Durante este período, Novoa pasó de un discurso conciliador a una postura más combativa, que ha generado tanto apoyos como críticas.
El manejo político y legislativo
En sus primeros meses, el mandatario logró aprobar cinco leyes urgentes gracias a acuerdos iniciales con la Asamblea Nacional. Sin embargo, su relación con el legislativo cambió tras la ruptura con el correísmo y el Partido Social Cristiano. A pesar de esto, Noboa consiguió la aprobación de una ley energética y el bloqueo de juicios políticos contra figuras clave de su gobierno, como la fiscal Diana Salazar.
Ferdinan Álvarez, asambleísta por Guayas y miembro de la bancada ADN, defendió al presidente afirmando que “se ha enfrentado a todo lo que estaba podrido en el país”, destacando su decisión de no pactar con mafias ni ceder a intereses partidistas. Según Álvarez, estas decisiones han generado incomodidad en diversos sectores, pero son necesarias para estabilizar el país.
Por su parte, la analista política Carolina Jaramillo señaló que “los discursos políticos tienen una patética forma de envejecer”, criticando que Novoa haya retomado las revanchas políticas que prometió superar, como la suspensión de la vicepresidenta Verónica Abad y el conflicto diplomático con México tras la detención de Jorge Glas.
Crisis económica y energética
En lo económico, el gobierno presume una recuperación, con un incremento del 11.3% en las exportaciones según datos del Banco Central. Sin embargo, las críticas apuntan a que el crecimiento macroeconómico no se refleja en el empleo. Jaramillo destacó que solo el 42% de los hombres y el 27% de las mujeres tienen acceso a un empleo adecuado, cifras que podrían empeorar debido a la crisis energética que afecta al país.
La crisis de los apagones, que ha golpeado a millones de ecuatorianos, se ha convertido en el principal desafío del gobierno. Álvarez afirmó que el presidente está tomando las decisiones correctas para resolverla, aunque reconoció el impacto económico de la misma.
Confrontaciones políticas y sociales
Novoa ha enfrentado disputas con figuras de peso, como el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, y con sectores empresariales y sociales. Además, ha adoptado un estilo de comunicación polémico que, según Jaramillo, busca resonar en redes sociales pero no ofrece soluciones reales a los problemas del país.
A pesar de las críticas, el presidente mantiene cierto respaldo popular, con ciudadanos que valoran su postura firme frente a las mafias y los partidos políticos. No obstante, según encuestas recientes, el 57% de la población considera que el país va por el camino equivocado.
El balance y las perspectivas
Mientras Álvarez considera que el gobierno de Noboa está corrigiendo los errores del pasado y estabilizando la economía, Jaramillo cuestiona la falta de un proyecto político sólido y una visión de país. “El impacto de la crisis energética apenas comienza, y sus efectos prolongados determinarán el éxito o fracaso de este gobierno”, señaló.
En su segundo año, el presidente enfrenta el reto de cumplir con las expectativas de un país dividido, que busca estabilidad sin retroceder a los modelos autoritarios del pasado.
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