El Gobierno Nacional, a través de las Fuerzas Armadas, ha iniciado un ambicioso plan de reentrenamiento para 5.000 reservistas ecuatorianos que se incorporarán al esfuerzo operativo de la institución militar. La medida busca fortalecer las capacidades frente al crimen organizado, así como para enfrentar múltiples desafíos que incluyen la seguridad interna, desastres naturales y la protección de infraestructuras estratégicas.
En entrevista con Ecuador en Vivo, Byron Fernando Sanmiguel Marín, capitán de navío en servicio pasivo, doctor en educación y experto en seguridad, destacó la importancia de esta iniciativa: “Fuerzas Armadas es la columna vertebral de la nación y enfrenta múltiples tareas que sobrepasan su capacidad actual. Este reentrenamiento permitirá liberar efectivos entrenados para las misiones de mayor complejidad, como la lucha directa contra los grupos criminales”.
Los reservistas convocados pertenecen a las levas de 2000, 2003 y 2004 y tienen entre 29 y 33 años. Tras un año de reentrenamiento, asumirán roles de apoyo logístico y de seguridad secundaria, permitiendo que el personal militar activo se concentre en misiones prioritarias.
San Miguel explicó que este plan responde a la creciente demanda operativa de las Fuerzas Armadas, que actualmente participan en la seguridad de las cárceles, el control de fronteras y la prevención de actos terroristas, además de enfrentar el conflicto armado interno declarado recientemente por el Gobierno. “Esta guerra no se resolverá en meses; requerirá años de esfuerzos continuos”, señaló.
Rigurosos procesos de selección
Ante preocupaciones sobre posibles infiltraciones del crimen organizado, San Miguel aseguró que el proceso de selección será exhaustivo, utilizando inteligencia militar y análisis de antecedentes para garantizar la idoneidad de los convocados. “Fuerzas Armadas tiene filtros rigurosos para evitar que elementos ligados a grupos delictivos ingresen. Esto es fundamental para mantener la seguridad interna y la confianza en la institución”, enfatizó.
El comandante también destacó que, aunque el reentrenamiento será exigente, los reservistas no asumirán roles operativos complejos sin preparación adecuada. “Los reservistas cubrirán tareas logísticas y administrativas, permitiendo que los efectivos más entrenados asuman misiones críticas en zonas de alto riesgo, como Esmeraldas o Manabí”, añadió.
San Miguel elogió los recientes esfuerzos del Gobierno para modernizar el equipamiento militar, aunque reconoció que aún quedan desafíos para cubrir todas las necesidades operativas.
El experto en seguridad planteó la necesidad de una reforma a la Ley de Fuerzas Armadas, adaptando su misión a las amenazas actuales, que ya no son exclusivamente externas. “La realidad ha cambiado. Es hora de preparar a todas las ramas de las Fuerzas Armadas para cumplir roles duales de defensa externa e interna, como ya lo hace la Marina con su Guardia Costera”, señaló.
San Miguel concluyó resaltando que este reentrenamiento es apenas un paso inicial en un proceso más amplio de fortalecimiento militar. “La seguridad de Ecuador requiere planificación estratégica y sostenida. Este programa de reservistas es una solución inmediata, pero el verdadero desafío es mantener la capacidad operativa a largo plazo”, afirmó.
0 comentarios