Las Vegas, conocida por su vibrante vida nocturna y el hedonismo, está adoptando un enfoque más verde, invirtiendo millones en iniciativas de sostenibilidad que abarcan desde la conservación del agua hasta la energía solar.

Desde 2005, la ciudad ha implementado una serie de medidas para reducir su impacto ambiental, especialmente después de la ley de recuperación de 2009, que permitió una inversión inicial de $75 millones en proyectos de sostenibilidad.

Las Vegas ha logrado una disminución significativa en el consumo de agua, a pesar de su crecimiento poblacional. Para 2030, se espera que el 50% de la electricidad de Nevada provenga de fuentes renovables.

Los resorts en la famosa franja de la ciudad han adoptado tecnologías solares y otras iniciativas ecológicas, con la mayoría superando el 40% de energía renovable en sus operaciones.

De hecho, Las Vegas es ahora la segunda ciudad de EE.UU. en capacidad solar per cápita, aprovechando los 320 días de sol anuales.

En términos de conservación del agua, los esfuerzos de los complejos hoteleros son cruciales, dado que Las Vegas se encuentra en el desierto de Mojave.

La cadena MGM Resorts ha logrado ahorrar miles de millones de galones de agua mediante políticas agresivas, como reemplazar césped con plantas locales y reutilizar el agua de sus acuarios y fuentes.

Sin embargo, aún enfrentan grandes desafíos, especialmente en cuanto al uso excesivo de energía por el transporte y el aire acondicionado.

Para superar estos problemas, muchos resorts han comenzado a instalar sistemas solares con baterías de respaldo y sistemas de eficiencia energética.

Además, Las Vegas recicla más del 97% de su agua, lo cual es esencial para la ciudad, que depende del agotado río Colorado para su suministro de agua dulce.

Gracias a estos esfuerzos, Las Vegas, alguna vez vista como un símbolo de excesos, se ha convertido en un líder mundial en sostenibilidad, demostrando que incluso las ciudades más modernas pueden adaptarse a la conciencia ambiental.