Ecuador ha recibido un alivio parcial en su crisis eléctrica gracias al suministro de 440 megavatios de energía proveniente de Colombia y un aumento en la producción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que ha incrementado su generación a 150 megavatios adicionales debido a las lluvias recientes. Sin embargo, a pesar de estos refuerzos, los apagones siguen siendo una preocupación, aunque han disminuido en duración.
Desde este domingo, Ecuador ha recibido 440 megavatios de electricidad desde Colombia, y Coca Codo Sinclair ha elevado su capacidad de 260 megavatios a 400 megavatios, aún lejos de su capacidad máxima de 1,500 megavatios. Estos 600 megavatios adicionales han permitido al gobierno reducir los apagones de 12 a 8 horas, pero no han sido suficientes para erradicarlos por completo.
El gran desafío sigue siendo el bajo nivel de los embalses de las tres hidroeléctricas del río Paute, que permanecen apagadas por tercer día consecutivo. El embalse de Mazar, el principal del complejo, continúa con una cota de 2,110 metros sobre el nivel del mar, lejos de los 2,116 metros necesarios para su funcionamiento. Mientras tanto, el embalse de Molino se mantiene en 1,181 metros, muy por debajo de los 1,991 metros de su altura máxima.
Además, el caudal del río Paute se encuentra en los niveles más bajos de los últimos dos años, con solo 17 metros cúbicos por segundo, cuando debería estar en torno a los 120 metros cúbicos por segundo.
Las autoridades esperan que las lluvias pronosticadas por el INAMHI hasta el jueves puedan mejorar las condiciones, especialmente en las zonas de Azuay y en la influencia de Coca Codo Sinclair, lo que permitiría un incremento en los niveles de los embalses y, a su vez, una mejora en la generación de energía.
Por ahora, el apoyo de Colombia sigue siendo crucial para evitar que los apagones se extiendan más de lo previsto y aliviar la presión sobre el sistema eléctrico del país.
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