En un análisis de la situación política de Ecuador, expertos coinciden en que el país está viviendo una serie de tensiones que reflejan el incumplimiento de la ley y la vulneración de la Constitución por parte de distintas autoridades. Desde el Ejecutivo hasta el Judicial, ningún poder parece estar exento de cuestionamientos.

Uno de los temas más discutidos en las últimos días es la suspensión de la vicepresidenta Verónica Abad, una medida que ha generado controversia.

Según el expresidente Osvaldo Hurtado, la vicepresidenta solo puede ser removida o sancionada por la Asamblea Nacional, lo que implica que la decisión tomada por el presidente Daniel Noboa carece de respaldo legal.

“Todos sabemos que esta fue una decisión del presidente Noboa”, expresó Hurtado, quien también criticó la elección de Abad como binomio de Noboa, sugiriendo que el mandatario le debe una disculpa al país.

Por su parte, Otto Sonnenholzner, exvicepresidente de Ecuador, destacó la disputa ideológica entre Abad y Noboa, que se remonta a la campaña electoral de 2023.

“Noboa decía ser de izquierda, mientras Abad quería privatizar hasta al espíritu santo”, afirmó Sonnenholzner.

A pesar de sus diferencias, subrayó que la ley establece que Abad debe asumir la presidencia en caso de vacancia, una posibilidad que genera inquietud en ciertos sectores políticos.

“Yo tampoco quisiera que Abad asuma la Presidencia, pero eso dicta la ley”, comentó.

En cuanto a la crisis energética que afecta al país, Hurtado y Sonnenholzner coincidieron en que, a pesar de los esfuerzos de Noboa, aún persisten problemas graves.

Hurtado sugirió que el presidente debe centrarse en resolver la crisis eléctrica antes de pensar en su candidatura para 2025.

“Si logra resolver la crisis, será el mejor candidato para 2029”, comentó, refiriéndose a la necesidad de estabilidad para consolidar su imagen política.

En tanto, Sonnenholzner aseguró que aunque se han logrado avances en la generación eléctrica, los problemas continúan, y prevé que en 2024 las remesas duplicarán las de 2020 debido a la falta de servicios básicos en el país.

Finalmente, ambos analistas no descartaron la posibilidad de nuevas movilizaciones sociales en el futuro, especialmente si los ciudadanos siguen sintiendo descontento con el manejo del gobierno en temas clave como la energía y la economía.