Crisis hídrica en Cuenca: Los ríos siguen en estiaje y la sequía ya lleva 126 días

Nov 15, 2024

Cuenca, ciudad situada en la Sierra Central de Ecuador, enfrenta una grave crisis hídrica que afecta a sus principales ríos.

En el día 126 de sequía hidrológica, los niveles de agua en los ríos Tomebamba, Tarqui, Yanuncay y Machángara siguen siendo bajos, lo que agrava una situación ya crítica.

La Empresa Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Etapa) informó que los caudales de los ríos de Cuenca se mantienen en niveles preocupantes.

El Tomebamba registra un caudal de 1.07 m³/s, y el Tarqui de 0.78 m³/s, lo que significa que ambos ríos están en estiaje. Por otro lado, el Yanuncay y el Machángara presentan caudales bajos de 1.48 m³/s y 1.43 m³/s, respectivamente.

A pesar de las expectativas, el pronóstico para este viernes 15 de noviembre no es prometedor.

Las autoridades meteorológicas han señalado que la probabilidad de lluvias para la jornada es solo del 16%, lo que hace aún más difícil la recuperación de los caudales de los ríos.

Además, los niveles de radiación siguen siendo extremadamente altos, lo que dificulta la posibilidad de lluvias.

La sequía ha afectado la vida de los cuencanos durante más de cuatro meses, y las autoridades advierten que se necesitan al menos dos semanas consecutivas de lluvias para recuperar los caudales de los ríos que abastecen el embalse de Mazar.

Este afluente es crucial no solo para el abastecimiento de agua potable, sino también para la generación de energía hidroeléctrica en las zonas de Mazar, Paute y Sopladora, en medio de una crisis energética que mantiene a Ecuador con apagones diarios de hasta 12 horas.

La sequía también está golpeando duramente al sector energético. Con el bajo caudal en los ríos, las plantas hidroeléctricas en la región han reducido su capacidad de generación, contribuyendo a la crisis energética que afecta a todo el país.

La falta de lluvia, combinada con la escasez de recursos en los embalses, obliga al gobierno a racionar la electricidad y depender de fuentes de energía no renovables, lo que agrava aún más la situación.

Las autoridades de Etapa han advertido que la recuperación de los niveles de agua en los ríos y el embalse de Mazar es fundamental para asegurar el abastecimiento de agua y la continuidad de la generación de energía hidroeléctrica.

Sin lluvias consistentes, Cuenca podría enfrentar una crisis aún más grave en los próximos meses, afectando tanto a la población como a la economía local.

A medida que la sequía continúa, los cuencanos siguen con preocupación el pronóstico del clima, mientras que las autoridades insisten en la urgencia de tomar medidas para mitigar los efectos de la crisis hídrica y energética que atraviesa el país.



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