La XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada este 14 y 15 de noviembre en Cuenca, se caracteriza por la mínima asistencia de mandatarios, un hecho sin precedentes en los 30 años de historia de estos encuentros.

Solo tres líderes participaron en el evento: el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, el de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el de República Dominicana, Luis Abinader. Además, asistieron el rey Felipe VI de España y el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot. La presencia del monarca español fue considerada esencial debido a que España será la sede de la próxima cumbre en 2026.

Hasta ahora, los encuentros con menor participación habían sido Panamá 2013 y Cartagena 2016, donde asistieron 13 jefes de Estado.

Razones para la baja concurrencia

Analistas atribuyen la escasa acogida a varios factores, entre ellos:

• Crisis política en Ecuador: Casos como la sanción a la vicepresidenta Verónica Abad y la exclusión de Jan Topic de la contienda electoral han generado críticas internacionales, incluso desde la OEA.
• Problemas internos del país: La inseguridad, apagones, desempleo y una crisis migratoria han impactado la imagen del Ecuador.
• Política exterior inconsistente: La gestión de la canciller Gabriela Sommerfeld ha sido cuestionada, al igual que el reciente asalto a la Embajada de México en Quito.
• Inestabilidad regional: El presidente de Paraguay, Santiago Peña, canceló su asistencia citando preocupaciones sobre la situación en Ecuador.

Agenda y seguridad

El evento incluyó una sesión inaugural en el Museo Pumapungo, una plenaria el viernes, y la transferencia de la Secretaría Pro Tempore a España. Participaron 3.000 asistentes, entre empresarios, autoridades y periodistas, con un despliegue de 700 policías para garantizar la seguridad.

A pesar de los desafíos, el Gobierno ecuatoriano busca proyectar optimismo y resaltar el papel del país como anfitrión. Sin embargo, la baja participación plantea interrogantes sobre el futuro de las cumbres iberoamericanas y el lugar de Ecuador en el panorama diplomático regional.