El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al anunciar que Elon Musk, el multimillonario CEO de Tesla y SpaceX, liderará el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental, conocido como “Doge”.

Esta sigla, que alude a la criptomoneda Dogecoin que Musk popularizó, apunta a un enfoque disruptivo en la administración pública.

A Musk se le sumará Vivek Ramaswamy, quien fuera uno de los rivales de Trump en las primarias republicanas antes de convertirse en un ferviente defensor de su agenda.

Trump elogió a Musk y Ramaswamy como “dos estadounidenses visionarios” y les encomendó la misión de reducir la burocracia gubernamental, recortar gastos innecesarios y reformar agencias federales.

Musk, en su estilo provocador, celebró la noticia en su red social X, afirmando que la iniciativa “amenaza la burocracia, no la democracia” y prometiendo que todas las acciones de “Doge” serán publicadas en internet para garantizar la transparencia.

“Cada gasto ridículo de sus impuestos será expuesto”, dijo Musk, anticipando que algunos hallazgos serán “extremadamente trágicos y entretenidos”.

La relación entre Musk y Trump ha cobrado un protagonismo inusual. Musk, quien donó $200 millones a la campaña de Trump y se convirtió en uno de sus mayores defensores, jugó un rol clave en la recta final de la campaña presidencial.

Incluso ofreció incentivos económicos en los estados más disputados para movilizar a los votantes.

El liderazgo de Musk en este nuevo departamento despierta especulaciones sobre un potencial conflicto de intereses, dada la estrecha relación de sus empresas, Tesla y SpaceX, con el gobierno estadounidense.

Sin embargo, Musk parece decidido a implementar un enfoque empresarial en la administración pública. Trump espera que el proyecto concluya para el 4 de julio de 2026, en un intento por marcar un nuevo rumbo en la historia de la administración pública de Estados Unidos.