El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado al congresista republicano Mike Waltz como su próximo asesor de Seguridad Nacional. Waltz, un veterano retirado de las fuerzas especiales del Ejército conocido por su postura crítica hacia China, asumirá uno de los roles más influyentes en la administración entrante, un puesto que no requiere aprobación del Senado.

Además de su carrera militar como coronel en la Guardia Nacional, Waltz tiene una amplia experiencia en política de defensa y seguridad. Ha sido un crítico constante de la actividad de China en la región Asia-Pacífico, subrayando la necesidad de que Estados Unidos se prepare ante posibles conflictos en esa área. Trump lo describió como un “experto en las amenazas que representan China, Rusia, Irán y el terrorismo global”.

En el Congreso, Waltz copatrocinó un proyecto de ley en 2023 que proponía autorizar el uso de la fuerza militar contra los cárteles de drogas mexicanos. También es presidente de un subcomité de Servicios Armados de la Cámara que supervisa la logística militar y forma parte del Comité Selecto de Inteligencia.

Waltz ha abogado por reforzar la defensa estadounidense en el Indo-Pacífico, sosteniendo que el ejército debe modernizarse y que es crucial armar a Taiwán más rápidamente. En su libro reciente, Hard Truths: Think and Lead Like a Green Beret (“Verdades duras: Pensar y liderar como un boina verde”), presentó una estrategia para evitar la guerra con China mediante el fortalecimiento de alianzas en el Pacífico y la actualización de aviones y barcos militares.

Sobre Ucrania, Waltz ha matizado sus posturas. Aunque inicialmente apoyó enviar más armas tras la invasión rusa en 2022, ahora considera necesaria una reevaluación de los objetivos estadounidenses en el conflicto, sugiriendo priorizar los recursos hacia el Indo-Pacífico.

Pese a algunas diferencias con Trump, como su postura sobre la OTAN, Waltz ha mostrado lealtad al presidente electo, incluso asistiendo a una de sus audiencias judiciales en mayo de 2024. Su nombramiento refuerza el enfoque de Trump en redefinir las prioridades de seguridad nacional y en adoptar una política exterior más asertiva frente a los desafíos globales.