El imponente sistema montañoso de los Andes, que recorre más de 7,200 kilómetros en América del Sur, está enfrentando un derretimiento acelerado de su nieve, perdiendo un alarmante 19% de su cobertura por década. Así lo señala un estudio liderado por el climatólogo chileno Raúl Cordero, quien subraya el impacto que esta crisis está teniendo sobre los ríos que abastecen a ciudades chilenas como Santiago.
En particular, las cuencas hidrográficas de Mapocho, Aconcagua y Maipo están siendo devastadas: el derretimiento en Mapocho alcanza un 24% por década, en Aconcagua un 22% y en Maipo un 20%. Los efectos son devastadores: el río Aconcagua ha perdido el 60% de su caudal desde la década de 1980, mientras que el río Maipo, que abastece a Santiago, ha visto una reducción del 40%.
El estudio, publicado en la revista Nature, apunta al cambio climático como la causa principal de esta alarmante tendencia. Según Cordero, los patrones de viento en el hemisferio sur, particularmente la oscilación Antártica, están alterando las lluvias y nevadas en los Andes. Chile, que depende de la nieve de los Andes extratropicales, se encuentra entre los países más afectados, recibiendo cada vez menos precipitaciones.
Además, este deshielo desencadena efectos devastadores en las poblaciones rurales e indígenas, generando migraciones y despoblamiento en las zonas afectadas. La pérdida de nieve no solo reduce los recursos hídricos, sino que también intensifica el cambio climático en un ciclo de retroalimentación, ya que la falta de nieve aumenta la absorción de calor, acelerando el calentamiento de la región y propiciando más deshielo.
La investigación alerta que la situación podría empeorar con el fortalecimiento de los vientos antárticos y el aumento de las temperaturas globales, agravando aún más la escasez de nieve y agua en Chile central y acentuando la crisis climática en la región.
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