La oscuridad del Ecuador es resultado de intereses de “voluntades particulares” (oclocracia según Rousseau) que se imponen a la voluntad general (democracia), por medio de artimañas concebidas en cada gobierno, se evidencia en el bloqueo de 700 MW en inversión privada frenando el fideicomiso que aseguraba su pago, lo que pudo haber evitado los apagones, protegiendo los intereses de los importadores de combustibles.
Es una muestra de los innumerables negociados de la viveza criolla en el Ecuador, desde hace 450 años, cuando 4 oidores se disputaron la presidencia de la Real Audiencia de Quito, hasta llegar a “las fechorías de Antonio de Morga y Garay y su mujer Catalina de Alcega” y luego “las rapacerías del presidente Munive y su esposa” en octubre de 1624.
La repartición de puestos y favores políticos al mejor postor, desde hace 400 años con la venta inmoral de cargos públicos y títulos nobiliarios (en los cabildos desde 1557), que generó conflictos de intereses entre peninsulares y criollos hasta la misma independencia.
Los escándalos actuales de presidentes, contralores, jueces, asambleístas y más, estudiados dentro de la “Historia de la corrupción en el Ecuador” (Javier Gomezjurado Zevallos), nos permitirá conocerla en su verdadero contexto histórico para enfrentarla.
Desde el voraz enriquecimiento y abuso de las autoridades eclesiásticas, la prepotencia y corrupción de José García y Pizarro, las propuestas jesuitas, las ilegalidades de Luis Muñoz de Guzmán, el negocio del Situado Real. Luego, la deuda externa inglesa, las propiedades del presidente Flores, Veintimilla, la corrupción de los regímenes de La Argolla, la venta de la bandera, los contratos en la construcción del ferrocarril, el lleve en el terremoto de Ambato, la chatarra militar, la corrupción de las dictaduras militares, el festín del petróleo, los camisetazos , Ecuahospital, Fokker, Ran Gazit, “Flores y Miel”, gastos reservados, “el primer millón”, feriado bancario, la Pichocorte, notario Cabrera, la “década robada”, caso Diezmos, reparto de hospitales, carnets de discapacidad y más.
Sin querer crear polémica innecesaria, ser jueces, denostar o dañar honra alguna, es importante enseñar como materia dentro de la historia del Ecuador los hitos más importantes de corrupción y compararlos con los actuales, así las nuevas generaciones comprenderán y serán parte del cambio. El actual premio nobel de economía lo confirma. Hace muchos años propusimos hacer un museo de la corrupción, ojalá se pudiera retomar esa idea.
Felicitationes por el artículo de investigación y denuncia. Hagamos el museo de la Corrupción y que alcance hasta este Gobierno. La historia es una materia en deuda para todos los ecuatorianos, que con romanticismo hemos aprendido que todo llega y todo pasa. Un abrazo.