El ministro de Gobierno, Arturo Félix Wong, viajó este fin de semana a Colombia en un nuevo intento por asegurar la compra de energía eléctrica que permita aliviar la grave crisis energética que enfrenta Ecuador desde mediados de septiembre. Los apagones programados, que han llegado a durar hasta 14 horas diarias, continúan afectando a millones de ecuatorianos.

El presidente Daniel Noboa anunció este domingo 10 de noviembre que la gestión de Félix Wong es prioritaria para su administración, destacando que resolver la crisis energética es su “primera prioridad”. Sin embargo, su gobierno enfrenta fuertes críticas, tanto por la situación de los apagones como por la reciente suspensión de 150 días impuesta a la vicepresidenta Verónica Abad, con quien Noboa mantiene una marcada disputa política.

Aunque Noboa no precisó si las gestiones en Colombia se enfocarán en reactivar un acuerdo de importación con el gobierno de Gustavo Petro o en cerrar contratos con empresas privadas del vecino país, la posibilidad de adquirir energía del sector privado había sido considerada anteriormente. A finales de octubre, la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, recibió una respuesta negativa del gobierno colombiano, que explicó que no podía exportar energía debido a su propio déficit hídrico.

Colombia suspendió sus exportaciones de electricidad a Ecuador en octubre, argumentando que debía priorizar el abastecimiento interno en medio de condiciones similares de sequía. Mientras tanto, los apagones en Ecuador alcanzan actualmente las 12 horas diarias en los hogares, y en sectores industriales de Quito se prevén cortes de hasta cinco días consecutivos esta semana.

La situación ha generado un creciente malestar entre la población y el sector empresarial, que ha exigido soluciones inmediatas. El gremio industrial, especialmente afectado, advierte sobre las graves repercusiones económicas de la falta de energía, que afecta directamente a la productividad y al empleo.

El resultado de las gestiones de Félix Wong será crucial para determinar si Ecuador logra mitigar los efectos de esta crisis, en un momento en el que el país enfrenta no solo problemas energéticos, sino también desafíos políticos y sociales.