En su primera entrevista tras su reciente triunfo electoral, Donald Trump declaró que reforzar la seguridad fronteriza y controlar la inmigración serán prioridades al regresar a la Casa Blanca. “Queremos una frontera fuerte y poderosa, pero también que la gente ingrese legalmente”, afirmó en diálogo con NBC.
El mandatario electo anunció su intención de implementar una campaña de deportaciones masivas, que calificó como “el mayor esfuerzo en la historia de Estados Unidos”, y sugirió que podría movilizar al Ejército para esta tarea, a pesar de las implicaciones logísticas y financieras que ello conllevaría.
Trump atribuyó el respaldo obtenido en su campaña, incluso de votantes latinos, a su postura firme en temas migratorios. “Los estadounidenses quieren fronteras seguras y entradas legales con amor al país”, comentó.
En cuanto al plano internacional, confirmó haber sostenido conversaciones con unos 70 líderes mundiales, incluyendo a Benjamin Netanyahu, Volodimir Zelensky y Emmanuel Macron, y expresó su disposición a dialogar con Vladimir Putin próximamente.
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