El sistema de elecciones de Estados Unidos no es un sistema de democracia directa sino representativa, en el cual cuenta el número de representantes, o también llamados votos electorales, que cada candidato logre por estado y gana quien tenga la mayoría. Este sistema viene desde 1787, cuando se dio la primera Convención Constitucional. Los votos electorales son asignados de acuerdo con la población de cada uno de los estados, más Washington DC, que conforman la confederación nacional y sirven también para determinar la conformación del Congreso y el Senado.
Ya que los votantes eligen en cada estado a su representante, que a su vez emitirá su voto para presidente, es importante que cada partido candidatice a personajes prominentes para poder capturar el voto.
El total de votos electorales son 538, por lo tanto, gana quien tenga al menos 270 votos; es decir, la mitad más uno. Este sistema ha sido altamente cuestionado porque las proporciones poblacionales que designan el número de votos electorales no es la misma en los diferentes estados. Por ejemplo, en Wyoming, cada voto elector representa alrededor de 193 mil personas; comparado con California, un voto elector representa a 719 mil personas. Esto hace que los estados con menor población tengan una gran incidencia en los resultados finales y reste fuerza a los más habitados.
Aunque la idea era esa, precisamente evitar la hegemonía electoral de los estados con mayor población y dar un protagonismo a los de menor población, por lo tanto, candidatos deben poner mayor atención a estos estados.
Con este sistema existe el riesgo que los candidatos con mayor votación popular no sea necesariamente el ganador. Por ejemplo, en la elección del 2016, Hillary Clinton logró 232 representantes y Donald Trump tuvo 306 representantes, pero en votos individuales Clinton obtuvo tres millones más que Trump.
La logística de las elecciones es administrada por cada estado y la información nacional es concentrada por el gobierno federal. Esto da una efectividad en la emisión rápida de los resultados. Una vez conformado el Colegio Electoral, emiten sus votos a fines de noviembre y su informa pasa al Congreso que se encargar de proclamar oficialmente los resultados.
La trampa invisible (I)
Por Roberto López
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