Los republicanos retomaron el control del Senado en las elecciones celebradas este martes después de voltear los escaños de Ohio y West Virginia, y conservar los de Florida, Nebraska y Texas, haciéndose con la mayoría en la Cámara Alta por primera vez en cuatro años.
Las esperanzas demócratas en el Senado se evaporaron cuando el senador Sherrod Brown (46.4%) de Ohio perdió su reelección ante el republicano Bernie Moreno (50.2%), un millonario inmigrante colombiano, recién llegado a la política, cuya candidatura fue impulsada por el expresidente Donald Trump. Esta competencia fue la más cara del ciclo, con unos 400 millones de dólares.
El inesperado campo de batalla en que se convirtió Nebraska fue el que terminó de empujar a los republicanos a la cima. Allí, la senadora Deb Fischer (52.3%) sí que consiguió su reelección al imponerse ante un sorprendentemente fuerte desafío del independiente Dan Osborn (47.8%).
Temprano en la noche, los republicanos ya habían dado la vuelta al escaño en juego en West Virginia, con la elección de Jim Justice, quien reemplaza al saliente Joe Manchin, un veterano demócrata devenido independiente y conocido por su línea crítica con la cúpula del partido que renunció a aspirar a la reelección.
Además, fracasaron los esfuerzos demócratas por derrocar a los republicanos Ted Cruz de Texas y Rick Scott de Florida.
Aunque Texas no ha elegido a un demócrata a nivel estatal en casi 30 años, Colin Allred (44%), un congresista del área de Dallas y exjugador de la NFL, despertó esperanzas ante Cruz (53.8%) con sus posiciones como moderado y a favor del aborto en un estado con una de las regulaciones más estrictas del país.
Scott (55.7%), por su parte, confirmó su condición de claro favorito contra la exrepresentante Debbie Mucarsel-Poweell (42.7%).
La histórica elección de dos mujeres negras para el Senado
La nota positiva para los demócratas, aunque esperada, fue la confirmación de la elección de dos mujeres negras para el Senado, las demócratas Lisa Blunt Rochester de Delaware y Angela Alsobrooks de Maryland, un hito histórico.
Blunt Rochester ganó el escaño vacante en su estado, mientras que Alsobrooks derrotó al popular exgobernador de Maryland, Larry Hogan. Solo tres mujeres negras han servido en el Senado, y nunca antes dos habían servido al mismo tiempo.
Y en Nueva Jersey, Andy Kim se convirtió en el primer estadounidense de origen coreano elegido para el Senado, derrotando al empresario republicano Curtis Bashaw. El escaño quedó vacante cuando Bob Menéndez renunció este año después de su condena federal por cargos de soborno.
En otro lugar, la candidata a la Cámara de Representantes Sarah McBride, una legisladora estatal demócrata de Delaware que es cercana a la familia Biden, ganó su carrera, convirtiéndose en la primera persona abiertamente transgénero elegida para el Congreso.
Con el Senado ya en poder de los republicanos, la Cámara de Representantes debe determinar si el partido de Donald Trump obtiene el completo control del Congreso o si la Casa Blanca se enfrentará a un Capitolio dividido.
La primera elección presidencial desde el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021 también se ha enfocado en rincones inesperados del país después de lo que ha sido una de las sesiones del Congreso más caóticas de los tiempos modernos.
Aunque la economía y la inmigración han sido para los votantes los principales problemas que enfrentaba el país, el futuro de la democracia también fue un motivador para muchos estadounidenses.
Y el Congreso desempeña un papel fundamental en la defensa de la tradición estadounidense de transferir pacíficamente el poder presidencial. Hace cuatro años, Trump envió a su turba de partidarios a “luchar como el infierno” en el Capitolio, y muchos republicanos en el Congreso votaron para bloquear la elección del presidente Joe Biden. El Congreso será llamado nuevamente a certificar los resultados de la elección presidencial en 2025. (Univisión)
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