Aunque falta todavía ver si se mociona la reconsideración de la votación que absolvió a la Ministra del Interior Doctora Mónica Palencia, creo que el juicio político impulsado contra ella por dos elementos del correísmo ha sido desechado. Esta farsa de juicio político, como actividad legislativa, ha denigrado a la Asamblea Nacional y ha aumentado el descrédito de la misma; por cierto, en detrimento de asambleístas que no se prestaron a este ridícula jugarreta y de una función del Estado, en la que, la sociedad ecuatoriana y los que votaron por los asambleístas, ante este sainete, tienen un nuevo motivo de frustración. Aunque no sea ese el objetivo de este artículo, diré que denominar a este procedimiento fiscalizador “juicio político¨ porque se ventila dentro de la función legislativa, y los que lo realizan y finalmente toman una resolución sancionadora, provienen de partidos políticos, que son los únicos que pueden presentar candidatos a Asambleístas o congresistas o como quiera que se llamen, dentro de la conceptualización constitucional, es una verdadera equivocación. El juicio fiscalizador se sustenta en causales penales y termina con sanciones penales.
Podríamos hablar sobre lo que significa el “juicio político” social, política y jurídicamente. En nuestro país el juicio político teóricamente es un mecanismo de control que la Asamblea ejerce sobre las funciones de las autoridades gubernamentales incluyendo la Ejecutiva, Electoral y de Transparencia y Control Social. Este proceso legalmente está previsto tanto en la Constitución de la República como en la Ley Orgánica de la Función Legislativa. Socialmente, el juicio político refleja la voluntad del pueblo de mantener a sus elegidos gobernantes como autoridades responsables en el ejercicio de sus funciones. Es una herramienta vital para garantizar que los funcionarios públicos actúen en beneficio de la sociedad y no abusen de su poder ni de su autoridad.
La posibilidad de destituir a un funcionario por incumplimiento de funciones fortalece la confianza del ciudadano en las instituciones democráticas. Se debe entender que políticamente, el juicio político debería ser una manifestación del equilibrio de poderes, pues permite a la Asamblea Nacional supervisar y controlar a los demás poderes del Estado, asegurando que no se cometa ningún tipo de abusos. Este mecanismo también puede ser utilizado como una herramienta de presión política, de revancha política y a veces hasta de chantaje entre las diferentes fuerzas políticas dentro del país.
Jurídicamente, el juicio político es un proceso formal que sigue una serie de pasos establecidos por la leyIncluye la presentación de acusaciones, la investigación de las mismas, y la posibilidad de censura y destitución del funcionario acusado si se determina que ha incumplido sus funciones.Este proceso está diseñado para respetar las garantías del debido proceso y asegurar que las decisiones se tomen de manera justa y equitativa
El ”juicio político” planteado por el correísmo contra la Ministra Palencia, insisto, fue una farsa, por la sencilla razón de que ni en este juicio político ni en los anteriores, se buscaba el resultado de destitución de la señora funcionaria. Únicamente, lo que se quería es hacer presencia política, posicionamiento electoral, figuración para posibles reelecciones de algunos de sus Asambleístas. Al correísmo no le interesa la presidencia ni la vicepresidencia de la República, porque sabe muy bien que si ganaran esas candidaturas tendrían un efecto bumeran pues les tocaría manejar un país destrozado, liquidado económicamente, tomado por el narcotráfico, sin posibilidades cercanas de generar empleo y con un etcétera de problemas; es decir, el país que destruyeron. Es obvio que Rafael Correa busca evitar esa confrontación con todos los están contra él, no por “odiadores” sino porque esta mayoría de ecuatorianos no quiere que él y todos los de su círculo cercano, que están condenados, presos y fugados, se burlen de los ecuatorianos honestos y de sus propios partidarios honestos con la declaratoria de inocencia. Lo que le interesa al correísmo, es tener un buen número de Asambleístas para tratar de poner contra la pared a los candidatos que ganen y, seguir buscando de una u otra forma, que una Sala Penal de la Corte Nacional le conceda a Rafael Correa el Recurso de Revisión para una supuesta declaratoria de inocencia, lo cual, en los actuales momentos, es poco menos que imposible, porque a ninguno de los políticos actuales les interesa ni les conviene la presencia de Rafael Correa.
Pero, aparte de estas consideraciones, es necesario resaltar la defensa de la Ministra Palencia, que realmente fue de lujo, de gran jerarquía intelectual frente a la pobreza intelectual de sus interpelantes y de verdadera coherencia jurídica y consistencia moral y política.
Me parece que los aspectos importantes de esta defensa, podrían sintetizarse en los siguientes puntos: a) Metodología y Rigor: La Ministra Palencia presentó su defensa de manera metódica y rigurosa, con un conjunto depruebas numeradas que exhibió en un orden exacto. Esto le permitió abordar cada punto de las acusaciones de manera clara y estructurada1.b) Refutación de acusaciones: La ministra se centró en refutar las acusaciones de incumplimiento de funciones, señalando con vehemencia todas las violaciones del proceso y desmintiendo las pruebas presentadas por los interpelantes. c) Apoyo político. La bancada de Construye, junto con asambleístas independientes decidió abstenerse en la votación, lo que fue crucial para que la Ministra Palenciano fuera censurada ni destituida. Este apoyo fue resultado de su convincente presentación y defensa d) Argumentos de Defensa: La doctora Palencia argumentó que el Plan Fénix, uno de los puntos centrales de las acusaciones, sí existía y no era simplemente un “copia y pega” de planes anteriores. Presentó pruebas contundentes para respaldar la existencia y efectividad del plan. e)Apoyo del Ejecutivo: El presidente Daniel Noboa y otros ministros mostraron su respaldo a Palencia, lo que fortaleció su posición durante el juicio
Estos aspectos fueron determinantes para que la ministra lograra convencer a una buena parte significativa de los asambleístas y evitar su destitución.
En una sociedad sumida por el miedo, dominada por políticos vinculados a bandas delincuenciales, mediocrizada por un sistema educativo obsoleto, este tipo de juicios políticos ayuda a confundir a la ciudadanía y a sumirla más en el dolor social, en esa mediocridad, en el temor, en la desinstitucionalización, en el desastre económico, en la sensación real de inseguridad y en la frustración total. En un contexto donde la sociedad enfrenta miedo, corrupción y un sistema educativo deficiente, los juicios políticos percibidos como farsas pueden agravar la situación. Estos juicios pueden:
a)Aumentar la desconfianza: La percepción de que los juicios políticos son manipulados puede erosionar aún más la confianza en las instituciones democráticas.b)Generar confusión: La ciudadanía puede sentirse confundida y desinformada, lo que dificulta la formación de opiniones informadas y críticas. c) Profundizar la frustración social: la sensación de injusticia y manipulación puede aumentar la frustración de la colectividad, llevando a un mayor descontento y desesperanza.
d)Desinstitucionalización: La percepción de que las instituciones no funcionan correctamente puede llevar a una mayor desinstitucionalización, donde las personas dejan de confiar en los mecanismos formales de justicia y gobernanza.e)Impacto Económico: La inestabilidad política y la falta de confianza en las instituciones pueden tener efectos negativos en la economía, afectando la inversión y el desarrollo.f)Fomentar el temor: La manipulación política y la falta de justicia pueden aumentar el temor y la inseguridad en la sociedad.
Por todo lo expuesto es crucial que los procesos políticos y judiciales sean transparentes, justos y basados en pruebas sólidas para evitar estos efectos negativos y fortalecer la confianza en las instituciones.
0 comentarios