Parece mentira, pero mientras hace unos días teníamos el periodo más seco de la historia, hoy estamos arropados de pies a cabeza por el frío y las aguas, que felizmente llegaron. Parece que San Pedrito sí acolitó.
Este extraño comportamiento del clima no solo pasa en Ecuador. Hace un mes, el desierto del Sahara se inundaba con lluvias torrenciales. Hace tres días en Valencia, España, veíamos con impotencia una de las peores tragedias climáticas de los últimos tiempos. ¿Qué es lo que está pasando y cómo entendemos a la madre naturaleza?
No hay sorpresas, no es que la madre naturaleza está molesta y ha decidido vengarse, todo lo que estamos viviendo es consecuencia de nuestras acciones, de una soberbia que no nos ha permitido aprender a convivir y entender las interacciones que tenemos con el ambiente. Sí, así como lo leen, en pocas palabras, hemos sido unas bestias.
Llevan años advirtiendo que si no empezamos a generar cambios en las actividades humanas, que sean más “amigables” con el ambiente (no me gusta eso del amigable, porque implica una suerte de voluntad que nos tiene así fregados) las cosas se pondrían feas. Bueno, ya están feas, ya el clima se ha vuelto cada vez más impredecible y extremo, ya vivimos con sequías, lluvias torrenciales y otros fenómenos radicales en tiempos y lugares inusuales, con decenas, centenas de muertos y pérdidas económicas. Y aún parece que no entendemos.
Les explico un poco. Por un lado, tenemos el cambio climático que, como su nombre lo dice, es el clima que cambia por el aumento de la temperatura, a esto le conocemos como calentamiento global. Este calentamiento, se debe a: emisiones de gases a la atmósfera por quema de combustibles fósiles, por tala de árboles, por uso indiscriminado de recursos, sumado al ABUSO del recurso más preciado, el agua. Como consecuencia, por primera vez en la historia humana, hemos logrado cambiar el ciclo global del agua, cómo lo explica Laura Paddison, de CNN en su artículo, “El ciclo global del agua está desequilibrado por primera vez en la historia de la humanidad”. Es decir, hemos cambiado al clima como era y, hoy es impredecible, y cada vez más cambiante. Los expertos climáticos ya no pueden asegurar si va a llover o no, en qué cantidad, ni cuándo o dónde. Por tanto, mejor prepárese, porque en un año, o meses bien podríamos volver a tener sequias y, por tanto, crisis energéticas nuevamente.
Todo nos está diciendo que debemos cambiar nuestros hábitos como sociedad hacia la sostenibilidad. Pero, seguimos brutos, ciegos y sordomudos, como dice Shakira.
¿Mi recomendación? Empecemos a hacer conciencia casa adentro. Y les dejo estas preguntas que las piense mientras oye caer la lluvia ¿Qué está haciendo para no aportar al cambio climático? ¿Cómo está usando el agua? ¿Cuánta basura genera? Hay un sinfín de preguntas que es necesario plantearlas. No todo es culpa de la naturaleza y la mala gestión del gobierno, mucho es culpa nuestra y está en nuestras manos.
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