El panorama electoral se va aclarando con la eliminación temprana de listas de candidatos que no han cumplido los requisitos para ser inscritos. Esto se decide inicialmente en el CNE, pero luego pueden darse apelaciones al TCE.
Los candidatos deben ser proclamados por procesos de democracia interna, de los cuales surgieron 584 listas, aunque solamente fueron inscritas 543; es decir, 41 listas fueron eliminadas por los propios partidos o movimientos, al no ser inscritas, lo cual no deja de ser curioso, porque si fueron resultado elecciones primarias resulta que no se estaría respetando la voluntad de las bases, al no ser inscritas. Esto es, por supuesto, el campo utópico en que se supone que sí se desarrollarían estos procesos en forma legítima.
Por otro lado, para ser asambleístas se deben cumplir ciertos requisitos como ser mayor de 18 años, estar en goce de derechos políticos, haber vivido y votado en la circunscripción a la que representa y una declaración juramentada de no tener cuentas en paraísos fiscales ni incurrir en prohibiciones previstas en la ley como, por ejemplo, deber pensiones alimenticias, contratos con el Estado o tener sentencia ejecutoriada.
Según el consejero Cabrera, el CNE no actúa de oficio en la verificación de las diez prohibiciones previstas por la ley, sino que esperan que las candidaturas sean objetadas por los otros movimientos políticos. Algo extraño porque el CNE es quien debería verificar que los requisitos se cumplan.
El caso de los asambleístas nacionales es el más simbólico, puesto que figuras que han venido actuando en la política nacional, quedan fuera. Cuatro partidos se quedaron fuera de la contienda nacional: Construye, Pachakutik, Democracia Si y Avanza. Estos tres últimos por no cumplir con los procesos de democracia interna ni paridad de género. En el caso de Construye por no haber presentado las declaraciones juramentadas ni los planes de trabajo.
Esto nos deja ver tres conclusiones: los procesos de democracia interna no se respetan, el CNE no verifica todos los requisitos de los candidatos; y, los candidatos, por sí mismos y los movimientos, no presentan algo tan elemental como un plan de trabajo. Y luego nos preguntamos por qué llega a la Asamblea gente no calificada.