Las armas también definen la elección presidencial

Oct 22, 2024

Diego Torres Hadathy

Corresponsal en Estados Unidos

Al menos 13.300 personas han fallecido en lo que va del año 2024 en tiroteos masivos y agresiones con armas de fuego en diferentes estados de este país, según el Archivo de Armas y Violencia (GVA por sus siglas en inglés).

El tema ha sido muy discutido por los candidatos a la presidencia durante la campaña, debido a la gran cantidad de armas que circulan en las calles y por el enorme número de víctimas que se registran cada año.

Las armas ocupan un lugar preponderante porque los Estados Unidos de Norteamérica ratificaron en 1791 la Declaración de Derechos, es decir, las 10 primeras enmiendas a la Constitución, que confirmaban los derechos fundamentales de los ciudadanos norteamericanos. En ellas se establecen la libertad de expresión, prensa, religión o reunión, el derecho a portar armas, a no ser juzgados de forma injusta y prohiben -por ejemplo- que los soldados puedan ser alojados en casas particulares, que fue una de las mayores quejas durante la Guerra de Independencia (1775-1783).

La Segunda Enmienda reza que “siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”. Las milicias eran grupos civiles que se formaron en el siglo XVIII para proteger a los pueblos ante la desconfianza en el ejército regular. Por lo tanto debían mantenerse armados.

En 2022 Kamala Harris impulsó la más significativa reforma federal contra las armas en 30 años. La iniciativa ayuda a los estados a implementar “banderas rojas” o de alto riesgo contra quienes representen una amenaza y prohíbe que los condenados por violencia doméstica posean un arma. Además, como vicepresidenta lleva adelante una reforma para prohibir la venta de rifles de asalto.

Donald Trump se autocalifica como el presidente que más apoyó la venta de armas y la Segunda Enmienda. No ha cambiado de opinión a pesar de que fue herido de bala en julio pasado en Milwaukee, por un adolescente que le disparó con un rifle de asalto. Asegura que no pondrá ninguna nueva restricción en ese tema si gana la elección y está convencido de que las tragedias no son responsabilidad de las armas, sino un problema de salud mental.

Y parece que el problema se agudiza con el tiempo. De acuerdo con las estadísticas en 10 años han ocurrido 370.000 tiroteos. La cifra es escalofriante si concluimos que son 37.000 al año o más de 3.000 al mes. En 2023 murieron 18.854 personas y más de 36.000 quedaron heridas.

Los colegios -como el de Uvalde (Texas) en donde en mayo de 2022 murieron 19 niños y 2 adultos- son los blancos predilectos. Las medidas de seguridad como cerraduras electrónicas y detectores de metales no han podido detener a los pistoleros, que inundan de terror ciudades enteras.

En Estados Unidos existe la Asociación Nacional del Rifle, una de las organizaciones más antiguas de defensa de las libertades civiles. Con un enorme poder político defiende “los derechos de los ciudadanos a comprar, portar y usar armas con propósitos legítimos”, tiene más de 6 millones de socios y miles de adeptos. Son un montón de votos. (DTH)



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