El escenario político en Ecuador se encuentra en plena efervescencia a medida que se aproximan las elecciones generales del 5 de febrero de 2025.

Más de 100 asambleístas actuales han manifestado su intención de inscribir candidaturas para intentar permanecer en sus cargos en la Asamblea Nacional.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) convocará oficialmente a los comicios el 12 de septiembre, y las inscripciones se cerraron el 2 de octubre.

Durante la campaña, que se desarrollará del 5 de enero al 6 de febrero de 2025, se prevé que la Asamblea esté compuesta mayoritariamente por suplentes, lo que generará complicaciones en su funcionamiento.

La ausencia de titulares podría paralizar actividades en las comisiones especializadas y afectar el Consejo de Administración Legislativa (CAL), que perderá a seis de sus siete miembros, limitando su capacidad para tomar decisiones cruciales.

Desafíos para la Asamblea Nacional

El analista político Pablo Rosales advierte a El Comercio sobre varios desafíos importantes durante este periodo. La falta de continuidad en los trabajos legislativos es uno de los problemas más destacados, ya que los suplentes podrían no tener la misma experiencia y conocimiento sobre los temas en debate.

Además, los suplentes pueden enfrentar presiones políticas que los lleven a actuar según intereses partidistas en lugar de mantener una línea institucional, debilitando la independencia de la Asamblea.

Daniel Crespo, otro analista político, resalta tres aspectos críticos que podrían influir en el actual escenario político del país:

1. Alteración de la composición legislativa: La salida de un número significativo de asambleístas titulares y la entrada de suplentes podrían cambiar drásticamente la proporción de fuerzas dentro del legislativo.
2. Cambio en el contexto de gobernabilidad: La relación entre el Gobierno y la Revolución Ciudadana ha cambiado notablemente, lo que sugiere una polarización en el ambiente electoral.
3. Incertidumbre en la actuación de suplentes: La titularización de un suplente no garantiza que este actúe de la misma manera que su predecesor, lo que ha sido evidenciado en el pasado.

El proceso electoral que se avecina promete ser un periodo de cambios significativos y desafíos para la Asamblea Nacional de Ecuador.