A pesar que la campaña electoral, según fue establecida por el CNE, es oficialmente del 5 de enero al 6 de febrero del 2025, las campañas políticas en redes sociales pululan por doquier, gracias a que el CNE informó, en agosto, que no va a controlar los contenidos de las mismas en redes, sino únicamente los gastos, aunque hay plataformas que no declaran los gastos que realizan.
Como consecuencia de esto, las redes se encuentran saturadas con todo tipo de mensajes de los candidatos, unos más pintorescos que otros. Se acude desde el sentimentalismo hasta la audacia de disfrazarse como mejor quede con la ocasión. Obviamente, el candidato de gobierno lleva ventaja en esto porque tiene todo el aparato estatal a su favor, cosa que contradice el espíritu de la ley que toda autoridad que aspira a la reelección (concepto complicado, motivo de otro comentario) debería ausentarse de su posición para hacer campaña, aunque el artículo 203 del Código de la Democracia, lo prohíbe expresamente.
Es triste ver que la falta de contenido es la característica general de los mensajes de los candidatos y sus publicaciones, sobre todo los videos, se dedican a fomentar una imagen heroica de los candidatos, como que se tratase de una audición para un papel de héroe mesiánico. Además, la sobre explotación de la imagen de Fernando Villavicencio, no le hace ningún favor a su memoria, porque ahora parecería que todos fueron, son, serán o quieren ser como él.
En fin, de los candidatos como tales solo se sabe lo que les conviene que sepamos, pero a muchos nos gustaría saber de qué viven, cuál es su patrimonio y cuánto pagan de impuestos; porque no es concebible que un candidato no pueda justificar su modus vivendi o no pague impuestos. En este sentido, también sería bueno que aclaren porque estuvieron en un partido y ahora, de buenas a primera, aparecen con otro.
Además, nos gustaría saber su plan de gobierno y no unos segundos donde recitan ideas vagas sobre temas generales. Que planteen quienes tienen en su equipo y cuál podría ser gabinete; es importante saber de qué gente se rodean.
Ya que los candidatos están en redes, que sea para elevar el nivel de la política y terminar con el nivel farandulero de darle circo al pueblo. Soñar no cuesta nada.
Navidad en un pueblo
Por Kléver Bravo
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