Las Fuerzas Armadas de Israel informaron este lunes que en septiembre eliminaron a Samer Abú Daqa, líder de las operaciones aéreas de Hamas y uno de los estrategas detrás de la ofensiva del 7 de octubre, en la que más de 1.200 personas fueron asesinadas y cerca de 240 secuestradas en territorio israelí.

Abú Daqa fue clave en la planificación del uso de parapentes y drones, que permitieron la incursión de más de un millar de milicianos desde la Franja de Gaza. Tras asumir la jefatura aérea de Hamas en octubre de 2023, tras la muerte de su predecesor, consolidó las capacidades tecnológicas del grupo, según las autoridades israelíes.

En paralelo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió intensificar los ataques contra Hezbollah en todo Líbano, incluida Beirut, luego de que un ataque de este grupo matara a cuatro soldados e hiriera a otros 60 en una base militar cercana a Haifa. “Atacaremos sin piedad”, afirmó Netanyahu, ofreciendo condolencias a las familias de los soldados, todos de 19 años.

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El mandatario destacó que Israel enfrenta una “dura campaña contra el eje del mal de Irán”, refiriéndose a los aliados iraníes como Hezbollah, milicias sirias e iraquíes y los hutíes de Yemen.

Este lunes, más de 110 proyectiles fueron disparados desde Líbano hacia Israel, activando las alarmas en el norte y centro del país. Una mujer resultó herida por metralla en Carmel, donde un vehículo se incendió tras el impacto de uno de los proyectiles.

Del lado libanés, más de 2.300 personas han muerto desde que se intensificaron los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah hace un año. De esas víctimas, al menos 1.500 han fallecido desde finales de septiembre, tras una nueva escalada en el conflicto, que coincide con la guerra en Gaza y los constantes bombardeos israelíes sobre el sur de Líbano y Beirut.