La central hidroeléctrica de Mazar dejó de operar este jueves, 10 de octubre, desde la 01:00 hasta las 19:00, lo que permitió que su embalse recuperara 30 centímetros de nivel. Tras los apagones de hasta 10 horas, el embalse Mazar se aproxima a superar los 2.112 metros sobre el nivel del mar, una altura crítica alcanzada el 9 de octubre, después de una continua caída en su nivel.
Desde el 29 de septiembre, la hidroeléctrica Manduriacu detuvo su operación debido al incremento del caudal del río Guayllabamba, que arrastró sedimentos. La central podría retomar su actividad en los próximos días tras vaciar el embalse para liberar el material acumulado. Esta hidroeléctrica genera 65 megavatios.
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El embalse de Amaluza, que alimenta la hidroeléctrica Molino, ha registrado una caída preocupante en su nivel, quedando a solo cinco metros de su mínimo operativo. El plan del Cenace contempla liberar agua desde el embalse de Mazar hacia Amaluza, aunque esto detendría indefinidamente las operaciones de Mazar.
}El río Coca no ha recuperado su nivel normal de caudal. El pasado miércoles, el río tenía un caudal de 113 metros cúbicos por segundo, muy por debajo de los 222 requeridos para que la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair opere a plena capacidad. Actualmente, esta central solo genera un tercio de su capacidad, produciendo 500 megavatios frente a los 1.500 megavatios en condiciones normales.
}Uno de los motores generadores de Termoesmeraldas Dos entrará en funcionamiento la próxima semana, sumándose a los otros siete en operación. Esta central genera actualmente 59 megavatios de los 96 que puede producir a plena capacidad.
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