Hace más de 30 años, el 16 de agosto de 1994, en mi hogar de ese entonces, luego de las 19:00 nos reunimos 10 convocados para tratar la idea fija, que viéndola funcionar traje de Panamá y que desde meses anteriores con mi equipo legal, Ab. Fernando Lozada (+) y Dr. Carlos Lara ya la habíamos trabajado e invertido en ella. La cita fue para socializar y materializar mi empeño de crear por medio de una Zona Franca, un oxigenador del sub utilizado y natural puerto marítimo de aguas profundas de Manta y a la vez un desarrollador de progreso para la provincia y el país.

En el acta de esa primera sesión, consta que luego de conocer la entonces vigente Ley de Zonas Francas y su conveniente aplicación en el área de Montecristi, expuse mi propósito de promover el empleo y la generación de divisas con el incremento de las exportaciones de bienes y servicios. Continuaron nutridas intervenciones de los asistentes, quedando aprobados por unaniminad nombre, estatutos y ubicación de ZONA FRANCA MANABÍ – ZOFRAMA S. A., operativamente la primera del país; destacando que en esa reunión también nació ZONA MANTA S. A., porque de los 10 asistentes, 2 -padre e hijo de posterior ingrata recordación financiera- la fundaron copiando la nuestra; y uno de los asistente nunca aportó nada; por ello, fuimos 7 -cabalístico número que me persigue- los convencidos que avanzamos en el propósito.

Pese a yo haberla mentalizado, poseer y manejar más de la mitad del capital social de la Cia. asumí la vice presidencia del ente, porque la presidencia la merecíó, no por su 5% de capital, sino por su gran apoyo y gestiones ante el gobierno del Presidente Arq. Sixto Durán B., el entonces jóven Pedro Zambrano Lapenti del grupo comunicacional EDIASA, llegando a ser mas de 50 los accionistas nacionales y varios extranjeros que invertimos en ZOFRAMA; iniciándose un exitoso inicial desarrollo que conjeturo alarmó al bicentralismo, surgiendo luego dificultades que me obligaron a asumir la gerencia, para en mi gestión -al fin- girar cheques de utilidades a los accionistas, lo que de seguro desagradó al gobierno del ahora fugitivo ex presidente, originándose una verdadera persecusión politica al sistema y a este servidor, terminando con la derogación de la Ley de Zonas Francas, quizás porque en la asamblea del ramo en Nicaragua fui elegido Miembro del Directorio en el Comité de Zonas Francas de las Américas; todo esto, pese a mi constante comunicación e invitaciones a los asesores presidenciales y funcionarios del ramo en ese gobierno, mismo que atacó al productivo sistema hasta liquidarlo.

Con la ahora vigente nueva Ley de Zonas Francas, aprobada en la “luna de miel” inicial de este gobierno y el legislativo, con un nuevo y capacitado equipo humano, tal es MDI Corp., estoy volviendo a impulsar esta milenaria herramienta de desarrollo que genera trabajo y progreso. El supremo ejemplo es China Roja, y destaco que en Nicaragua funcionan más de 50 ZF, que son las que ayudan a sobrevivir al pueblo dentro del régimen dictatorial de ese país. Así, es largo el número de paises que logran gran parte de su progreso usando este sistema, el que basado principalmente en su extraterritorialidad, con estímulos en rubros arancelarios, tributarios y prediales, dan seguridad a las inversiones nacionales y extranjeras, principales generadoras de trabajo y progreso, en lo que obsesivamente insisto.