Por qué Joker 2 está siendo un desastre en taquilla

Oct 8, 2024

La esperada secuela de “Joker”, titulada Joker: Folie à Deux, prometía ser un éxito, pero ha resultado ser uno de los fracasos más catastróficos de taquilla de los últimos años.

Con una recaudación de solo 37,8 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos, la cifra palidece frente a los más de 96 millones que la primera entrega logró en su estreno.

Sin embargo, lo que realmente condena a esta producción es su descomunal presupuesto, estimado en 190 a 200 millones de dólares, más del triple de lo que costó su predecesora.

En 2019, Joker, dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix, revolucionó el género de superhéroes al presentar un relato sombrío, un thriller psicológico que se alejaba de los efectos especiales y las secuencias de acción deslumbrantes.

La interpretación de Phoenix como Arthur Fleck le valió un Oscar y la película se convirtió en un fenómeno de crítica y taquilla. Era inevitable que se hablara de una secuela. Pero en algún punto, lo que sonaba como una buena idea se desmoronó.

Con el anuncio de que Joker: Folie à Deux sería un musical con Lady Gaga interpretando a Harley Quinn, la expectación era alta. Pero lo que pudo haber sido un experimento interesante terminó convirtiéndose en una pesadilla financiera.

La trama, que explora el juicio de Arthur Fleck y su tiempo en el asilo Arkham, se centró más en reflexionar sobre los eventos de la primera película que en avanzar la narrativa. Para muchos críticos, el guion parecía un eterno recordatorio de lo que ya habíamos visto, sin ofrecer nada nuevo.

¿Dónde se fue el dinero?

Lo que realmente genera asombro es la magnitud del presupuesto. Con 200 millones de dólares, se esperaría ver impresionantes escenas de acción o efectos especiales al estilo de las grandes producciones de Marvel o DC. Sin embargo, Joker: Folie à Deux es un drama intimista y sombrío, muy alejado del espectáculo visual que justifique semejante gasto. No hay explosiones ni persecuciones, solo largas escenas de diálogo en asilos y tribunales.

Mientras otras películas como Fast X (340 millones de dólares), Indiana Jones y el llamado del destino (300 millones), y Misión Imposible: Sentencia Mortal Parte 1 (290 millones) también registraron presupuestos exorbitantes, al menos en esos casos se podía “ver el dinero en la pantalla”: locaciones internacionales, acrobacias imposibles y efectos visuales que buscaban sorprender. En contraste, Joker: Folie à Deux parece haber quemado el dinero en alguna parte desconocida.

Una secuela que se burla de sí misma

El fracaso de Joker: Folie à Deux recuerda la icónica escena de Heath Ledger como el Joker en The Dark Knight, quemando una pila de billetes y declarando: “No se trata del dinero, se trata de enviar un mensaje”. Pero el mensaje que esta película envía es confuso.

Phillips y Phoenix parecen haberse ensimismado en la deconstrucción de su propia obra, transformando al Joker de un símbolo de anarquía a un triste reflejo de un sistema que se desmorona.

Al final, lo que queda de Joker: Folie à Deux es una ironía dolorosa: una película que pretendía burlarse de la industria del entretenimiento se convirtió en el mismo tipo de proyecto megalómano que critican. Hollywood, como el propio Arthur Fleck, parece incapaz de aprender de sus errores.



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