La tranquilidad de los habitantes de los sectores de Rancho Alto y Plantecho, en el noroccidente de Quito, se vio interrumpida este martes 8 de octubre de 2024, tras el hallazgo de un cuerpo envuelto en sábanas fucsias a un costado de la vía a Nono. El macabro descubrimiento fue reportado por los moradores, quienes alertaron a las autoridades sobre la presencia de un bulto sospechoso en una cuneta.

La Policía Nacional y personal de Criminalística llegaron al lugar tras recibir la alerta para realizar el levantamiento del cadáver y recolectar indicios que puedan ayudar a esclarecer el caso. Imágenes que circulan en redes sociales muestran la escena del crimen, donde se observa el cuerpo abandonado en una zona de difícil acceso que conecta a Quito con la parroquia rural de Nono y los barrios altos del noroccidente de la capital.

Esta muerte violenta se suma a la lista de crímenes que han sacudido a Quito desde la entrada en vigor del estado de excepción por grave conmoción interna y conflicto armado. Se trata del segundo asesinato registrado en la ciudad desde el jueves 3 de octubre, cuando se produjo una balacera en el sector de Quitumbe. Las cifras de violencia han incrementado la preocupación de los quiteños, quienes temen que la situación se descontrole aún más.

Los habitantes de los sectores de Rancho Alto, Plantecho y El Condado han decidido organizar una marcha por la seguridad para exigir mayor presencia policial en la zona, ya que consideran que los actos de violencia son frecuentes debido a las características agrestes del lugar, lo que facilita la presencia de delincuentes. La comunidad espera que las autoridades tomen acciones concretas para devolver la paz al barrio y garantizar la seguridad de quienes transitan por la vía a Nono.

Por el momento, la identidad de la víctima y las causas de la muerte no han sido reveladas, y las autoridades mantienen un operativo de control en el área para recopilar más información que ayude a dar con los responsables de este nuevo hecho violento en Quito. La Policía exhorta a la ciudadanía a brindar cualquier información que pueda contribuir a la investigación, garantizando la confidencialidad de los testigos.