Un exitoso operativo coordinado entre las Armadas de Ecuador y Estados Unidos resultó en la incautación de un cargamento de 1,6 toneladas de cocaína, transportadas en una lancha rápida.

La embarcación fue detectada en aguas internacionales frente a la costa ecuatoriana por guardacostas estadounidenses, quienes informaron a la Armada ecuatoriana. En respuesta inmediata, las autoridades ecuatorianas se desplazaron a la zona y lograron interceptar la lancha.

Durante la operación, se arrestaron a tres tripulantes y se encontraron 33 sacos de cocaína, con un peso total de 1.600 kilos de alta pureza.