Marco Flores, exministro de Finanzas, afirmó que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) es peor de lo que informa el Banco Central del Ecuador (BCE), ya que, según él, el BCE ha manipulado las cifras desde que cambió el año base al 2018, lo que representa once años desde la última actualización
El BCE reportó que el PIB del segundo trimestre de 2024 cayó un -2,2 % en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, según Flores, la caída real superaría el -3 %.
En declaraciones a la prensa Flores advirtió que, con el inicio de la campaña electoral, también comienza “el concurso de mentiras”, por lo que es crucial ser cautelosos con las promesas de los candidatos.
“Necesitamos desesperadamente reconstruir la economía, y para que haya oportunidades de progreso para la población, es necesario un cambio sustantivo de política, saliendo del neoliberalismo y del Fondo Monetario Internacional”, afirmó.
El exministro señaló que las tres variables que sostienen el PIB han caído: el consumo privado y público, la inversión privada y pública, y el gasto público, y que estas variables han venido disminuyendo de manera sostenida.
Aunque una balanza comercial positiva podría ayudar a revertir esta situación, no es suficiente para compensar la caída, lo que explica el -2,2 % reportado.
La caída del consumo privado y la inversión es un grave problema. Sería recomendable implementar políticas que reactiven la demanda interna, como incentivos fiscales temporales o políticas de estímulo para sectores clave de la economía, con especial énfasis en el consumo de la clase media y baja, que suelen ser los motores de crecimiento interno.
En un entorno de baja inversión y consumo, las políticas monetarias también juegan un papel fundamental. El gobierno y las instituciones financieras deben facilitar el acceso al crédito mediante tasas de interés más bajas, plazos de pago más flexibles o programas de garantía de crédito para consumidores y pequeñas empresas. Esto daría a los hogares y las empresas más confianza para gastar e invertir.
Es recomendable ofrecer mecanismos de reestructuración de deudas que permitan aliviar la presión financiera, y así liberar capacidad de consumo.