El Gobierno decretó este jueves, 03 de octubre de 2024, un estado de excepción en seis provincias y dos cantones del país, incluyendo por primera vez a Quito, con el fin de combatir el creciente aumento de la violencia. El comandante general de la Policía Nacional, Víctor Zárate, explicó en entrevista que esta medida es parte de la estrategia de seguridad del gobierno para mitigar los índices de violencia, con la colaboración de las Fuerzas Armadas.

Zárate destacó que, desde el 1 de enero hasta el 30 de septiembre, se ha logrado una disminución del 17% en homicidios intencionales, lo que equivale a 100 casos menos en comparación con el año anterior. Atribuyó este éxito a las acciones conjuntas del bloque de seguridad conformado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, y resaltó que se ha logrado debilitar a 22 grupos criminales en el país. “Estamos identificando a tres grupos fuertes, Pioneros y Lobos, que tienen injerencia nacional, mientras que Tiguerones ha sido debilitado en Esmeraldas”, señaló.

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En entrevista con Notimundo, el comandante explicó que, pese a los avances, el fenómeno de “efecto globo” hace que los grupos criminales se desplacen hacia zonas menos controladas cuando se ejerce presión en otras áreas. “Estamos trabajando para blindar todas las provincias y evitar esa migración de los focos delincuenciales”, agregó.

Zárate también abordó la situación en Quito, donde han aumentado las disputas territoriales entre bandas criminales como Los Lobos, Choneros, Tiguerones y Lagartos. En los últimos meses, la capital ha registrado varios ataques armados, incluidos tres tiroteos entre el 18 y el 23 de septiembre, que dejaron siete personas muertas. Sin embargo, el comandante rechazó la idea de que la Policía haya perdido el control de la seguridad en la capital. “La Policía trabaja todos los días y el estado de excepción nos ayudará a mitigar los niveles de violencia”, aseguró.

Al ser consultado sobre el aumento de asesinatos en agosto, mes que registró 603 muertes violentas, Zárate explicó que, aunque las cifras de violencia subieron en ese periodo, la proyección actual es terminar el año con una tasa de 34 a 35 homicidios por cada 100,000 habitantes, muy por debajo de la tendencia original, que apuntaba a 67 homicidios por cada 100,000 habitantes.

El comandante insistió en la necesidad de una “seguridad integral”, subrayando que la lucha contra la delincuencia no puede recaer únicamente en las fuerzas de seguridad. “Necesitamos que las demás instituciones del Estado también hagan su parte, desde la justicia hasta la inclusión social”, afirmó, haciendo un llamado a la ciudadanía a colaborar con información clave para desarticular las organizaciones criminales.

Finalmente, Zárate se refirió a los recientes incendios forestales que afectaron a Quito, Cuenca y Loja, que resultaron en la detención de nueve personas. De ellas, seis fueron aprehendidas en Quito, y la Policía Nacional, en colaboración con la Fiscalía, continúa investigando estos hechos mediante el análisis de las cámaras de seguridad del ECU-911 y los testimonios de los ciudadanos.