Populista, loco, profeta. Lo que haya sido. Don José María Velasco Ibarra tuvo la brillante idea de crear un reparto militar enfocado a la construcción, particularmente la construcción vial. Y fue precisamente en tiempos de la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos brindaba el mejor de los apoyos a los gobiernos latinoamericanos, entre esos Ecuador, país que recibió en los inicios de la década de los sesenta el equipo completo equivalente a un batallón de ingenieros militares.

Fue el 4 de octubre de 1968, cuando Velasco Ibarra firmó el Decreto No. 134 con el cual se creaba el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, con la misión de dirigir, planificar, ejecutar y supervisar las obras de construcción, dando prioridad a las obras viales en la región nororiental del país, pues ya contaba en sus filas con dos repartos que venían desempeñando trabajos de construcción: el Batallón de Ingenieros Montúfar y el Batallón de Ingenieros Chimborazo.

Por razones de trabajo en equipo, se sumaron a esta nueva entidad técnico – militar la Escuela Técnica de Ingenieros, instituto que para ese entonces llevaba ya 20 años en la formación profesional de oficiales ingenieros, el Instituto Geográfico Militar, que fue ascendido a la categoría de Instituto en 1947, durante la segunda presidencia del mismo Velasco Ibarra; y, el Batallón de Ingenieros en Construcciones Cotopaxi, creado bajo decreto ejecutivo en 1973, en el gobierno del general Guillermo Rodríguez Lara.

Desde su creación, el Cuerpo de Ingenieros no ha dejado de ser el ente rector y ejecutor de obras que van desde lo vial hasta la construcción de edificios, escenarios deportivos, aeropuertos, construcciones escolares y sanitarias. La gestión de riesgo también ha sido parte de sus misiones, por lo que vale recordar el apoyo en el terremoto de 1987, en la provincia de Napo; en el deslave de La Josefina, 1993; en el terremoto en las provincias de Manabí y Esmeraldas, 2016; en el segundo aluvión del La Gasca, 2022 y en ese mismo año los socavones de Zaruma.

El papel de apoyo del Cuerpo de Ingenieros traspasó fronteras cuando se desplazó a Haití como parte de los contingentes de misiones de paz de las Naciones Unidas. En ese país caribeño realizó trabajos de mantenimiento de vías durante once años: construcción de helipuertos, Limpieza de escombros, demolición de edificios, construcción de pozos sépticos y obras menores en escuelas y barrios en las ciudades de Puerto Príncipe, Bel Air, Cité Soleil y otras.
Todo este trabajo desplegado en los 56 años de creación, ha hecho del Cuerpo de Ingenieros una institución insignia del desarrollo nacional, en tal virtud, merece un saludo a los soldados del castillo dorado: zapadores, constructores, patriotas.