En una noche que marcó un nuevo pico de tensión en Medio Oriente, Irán lanzó este martes un ataque con decenas de misiles contra Israel.
Las sirenas de alarma sonaron en todo el país, instando a los ciudadanos a resguardarse en refugios. El ataque, que comenzó sobre las 19:45 hora local, fue calificado por las autoridades israelíes como un “gran error” que “tendrá consecuencias”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) indicaron que Irán disparó alrededor de 180 misiles, mientras que el ejército estadounidense situó el número en 200.
Durante la ofensiva, se escucharon explosiones en Jerusalén y Tel Aviv, aunque una gran parte de los proyectiles fue interceptada por los sistemas de defensa aérea israelíes y la intervención de buques de guerra estadounidenses.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue tajante en su respuesta: “Ellos lo entenderán. Respetaremos la regla que hemos establecido: a quien nos ataque, nosotros lo atacaremos”. Por su parte, Irán también emitió un mensaje de advertencia.
El jefe conjunto de las fuerzas armadas de Irán, mayor general Mohamed Bagheri, amenazó con repetir el ataque si Israel toma represalias: “La operación de este martes se repetirá varias veces más fuerte”.
Escalada de violencia: Israel y EEUU en alerta máxima
El ataque iraní se produjo horas después de que Israel iniciara una invasión terrestre en el sur de Líbano con el objetivo de neutralizar a Hezbolá, milicia chiita aliada de Irán. El ejército israelí afirmó estar atacando “plataformas de lanzamiento e infraestructura” de la organización. La escalada preocupa a la comunidad internacional. Estados Unidos y Reino Unido reiteraron sus llamados a un alto el fuego inmediato.
Las consecuencias del ataque se dejaron sentir no solo en el campo militar, sino también en la economía global, con un aumento del precio del barril de crudo Brent, que se situó en US$74,40. Mientras tanto, en Teherán, miles de personas celebraban el ataque portando banderas de Hezbolá y fotografías de los líderes fallecidos de Hamás y Hezbolá, cuyos asesinatos desencadenaron el conflicto.
El sur de Líbano: Campo de batalla
Israel ha ordenado la evacuación de al menos 25 poblaciones en el sur de Líbano, mientras que el gobierno libanés informó de más de un millón de desplazados. Hezbolá respondió al ataque israelí lanzando misiles hacia la base aérea Sde Dov, cerca de Tel Aviv.
La ofensiva israelí en el sur de Líbano busca evitar que los ataques de Hezbolá, que han forzado a 40,000 israelíes a abandonar sus hogares en el norte del país, se repitan. Sin embargo, los expertos anticipan que despejar el sur de Líbano de los túneles y cuevas de la milicia podría llevar meses, enfrentándose a un enemigo mucho más formidable y bien entrenado que Hamás en Gaza.
El corresponsal de seguridad de la BBC, Frank Gardner, advierte que Israel podría verse tentado a tomar represalias contra Irán con mucha más fuerza que en ocasiones anteriores. “Sus objetivos podrían abarcar desde instalaciones nucleares hasta bases del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica”, afirmó.
En medio de esta escalada, el riesgo de una ocupación indefinida del sur de Líbano se vuelve una amenaza latente para las Fuerzas de Defensa de Israel, quienes ya sufrieron una amarga experiencia en la región entre 1982 y 2000. Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió un alto el fuego inmediato y advirtió que debe evitarse a toda costa una “guerra total”.
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