En un panorama político marcado por la incertidumbre y la desesperanza, los candidatos que buscan el apoyo de los ecuatorianos para las elecciones del 2025 se enfrentan a un reto monumental. Según el analista político Pedro Donoso, la situación actual del país, caracterizada por apagones, crisis agrícola y desempleo, ha reconfigurado la narrativa electoral, alejando el foco de la inseguridad que dominó las campañas anteriores.
A tan solo días del cierre de inscripciones, solo 134 de las 584 listas proclamadas han logrado formalizarse, lo que indica que menos del 25% de los aspirantes se encuentran listos para participar en el proceso electoral. De los 16 binomios presidenciales anunciados, solo seis han completado su inscripción. Este contexto de incertidumbre ha generado un ambiente propicio para que los candidatos reflexionen sobre su estrategia.
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Donoso advirtió que la repetición de errores del pasado es una posibilidad latente. “Los problemas fundamentales del país siguen sin resolverse, y los candidatos deben evitar caer en el mismo discurso monotemático que vimos en 2023”, señaló. En lugar de concentrarse únicamente en la violencia y la inseguridad, los aspirantes deben ofrecer soluciones concretas a las necesidades básicas de la población, como el acceso a servicios de agua y electricidad.
El analista también destacó que el pesimismo entre los votantes ha alcanzado niveles alarmantes, superando el 90% en el pasado año y acercándose nuevamente a esas cifras. “Si los candidatos no abordan esta creciente desconfianza y frustración, no tendrán los resultados que esperan”, advirtió Donoso al decir que ahora se ubica en 75%. Este pesimismo, alimentado por la inacción frente a los problemas del país, exige que los candidatos trabajen en su identidad política y conecten emocionalmente con los electores, agregó.
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