Los últimos anos se ha registrado un incremento de autos autómatas que circulan por la ciudad en la que vivo. Tales autos van llenos de cables, cámaras, sistemas laser y radares. En general están acompañados de un tripulante que dado el caso, tenga que frenar o maniobrar en un caso de emergencia y la reacción del auto no sea la adecuada. Están en fase de pruebas. Por interés participé recientemente de oyente en una charla de este tema que reunió a expertos ligados al tema e incluso investigadores sociales quienes explicaron los objetivos y ventajas de este desarrollo.
Esta nueva tecnología pretende disminuir significante los accidentes de tráfico causados por error humano con lo que no sólo se salvarían vidas sino que disminuirían todos los costos relacionados a las labores de rescate, atención médica, seguros etc. Este tipo de carros incrementará el estándar de vida al dar una opción de transporte privado a personas mayores o discapacitadas. Frente al problema demográfico por envejecimiento de la población que enfrena Europa y en particular Alemania, la automatización se presenta como una alternativa al transporte. Paralelamente, se estima que se reducirán las emisiones de gases dado que los vehículos viajarían a velocidades aceptables, cuasi constantes, reduciendo así congestiones y paradas/arranques en las ciudades, la reducción sería aún mayor si los autos fuesen propulsados sin combustibles fósiles. En el tema económico se esperaría una reducción de costos en el transporte ya que seria posible compartir un vehículo entre usuarios creando itinerarios conjuntos con la ayuda de Inteligencia Artificial (IA). Un efecto colateral positivo sería además la reducción del requerimiento de espacios para aparcar.
Me llamó la atención la poca importancia que los panelistas le dieron al aspecto humano y social si estos no estan directamente relacionado a las ventajas hipotéticas que traería esta nueva tecnología. Me refiero concretamente a que se espera que se generen empleos a nivel informático y telemático pero no se le da importancia a pérdida de empleos de todas aquellas familias que pertenecen, a lo que en Ecuador llamamos la Clase del Volante. No es una bagatela. Sólo en en Alemania hay mas de medio millón de chóferes profesionales de camión, bus y taxis y sus familias respectivas dependen de este oficio.
En toda esta discusión me parece que los intereses creados hacen que se ignoren los efectos negativos que todos estos desarrollos traen consigo. Me explico, se le dió mucha importancia a la reducción de la huella de carbono, no obstante, la cantidad de información y datos informáticos incluyendo la de IA que requiere tal desarrollo implica centros informáticos gigantescos que consumen cantidades gigantescas de energía la mayoría producida en centrales térmicas de combustibles fosiles. En USA tomando en cuenta todas las reducciones en emisiones de CO2 de más del 7% que se han conseguido en los últimos años, la generación de energía eléctrica sigue siendo aún mayor del 30% del total de las emisiones de CO2 producidas.
Sin tratar de mermar las ventajas que podría traer la automatización vehicular mientras no se den alternativas a la pérdida de empleo es una tecnología perniciosa. Particularmente, me niego a que se me vaya a quitar uno de las últimas libertades y placeres que representa para mí conducir un carro. Me asusta pensar ser dependiente de la empresa encargada del servicio que me puede “desconectar” voluntariamente o involuntariamente o subir su tarifa como le venga en gana. Prefiero seguir peleándome en el tráfico, esa es finalmente mi karma, mi decisión y no de quienes han decidido lo que es lo mejor para mí.
Lecciones de guerra
Por Luis Antonio Guijarro
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