EDITORIAL. Quito está sumergida en su peor tragedia medioambiental de las últimas décadas, clamando por la solidaridad y unidad de todos los ecuatorianos. En medio de este desastre natural, surgen dos grupos antagónicos y politiqueros, tratando de imponer su miseria a través de dos hashtags: #QuitoSinAlcalde y #QuitoConAlcalde.
Las redes sociales, por sí mismas, no son nocivas. Al contrario, tienen un inmenso poder de comunicación global y de formación de la opinión pública. Sin embargo, se convierten en un problema cuando se utilizan para desinformar y manipular la intención de voto en tiempos electorales.
Desde que comenzaron los incendios —que vale mencionar son intencionales— se intentó posicionar en redes sociales, sin importar el dolor y la angustia del pueblo quiteño, estos dos hashtags, asociados a matices políticos.
¿Quiénes están interesados en promover esta tendencia en redes? Es obvio. La suciedad electoral se huele, se propaga, y viene desde Carondelet y, cruzando el Atlántico, desde Bélgica.
Quito en llamas, y algunos solo avivan el fuego en redes. ¡Basta! Ni lo uno ni lo otro. A Quito y al país hay que salvarlos de los pirómanos, tanto los que encienden los fuegos como aquellos que incendian las redes sociales, propagando su miseria sin importarles el sufrimiento de las víctimas. Son incapaces de tomar un balde y sumarse a la titánica labor de los miembros del Cuerpo de Bomberos, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y los voluntarios civiles.
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