En el país se ha debatido en múltiples ocasiones la falta de consolidación de la institucionalidad de la inteligencia estratégica entendida como institución, proceso y producto. Desde la promulgación en 2009, de la Ley Orgánica de la Seguridad Pública y del Estado ( actualizada al 2014), a propósito del inicio del proceso de institucionalización del Sector Seguridad en el país ha corrido mucha agua bajo el puente. Con mucha irregularidad se ha intentado consolidar la inteligencia estatal sin resultados integralmente favorables debido al cruce de múltiples factores; entre ellos, políticos, organizacionales, de cuadros expertos, de capacitación y particularmente la débil visión de su rol para un estado democrático. Esto tiene que ver, entre otros, con la inexistencia en el país de centros de formación y especialización en inteligencia estratégica, que necesariamente deberían estar ligados al ente rector de la Inteligencia Estratégica del Estado. Por ejemplo, un Centro Nacional de Anticipación Estratégica, un Centro Integral de Formación Especializado en Alertas Tempranas como parte de una Escuela Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia.
La Dirección de Capacitación del Centro de Inteligencia Estratégica está llamada a diseñar e implementar una Escuela Superior de Inteligencia y Contrainteligencia, que se constituya en un Centro de Pensamiento, Investigación, Formación y Entrenamiento, que atendiendo a la normativa legal de la educación superior del país, con todos los estándares de calidad, metodológicos y de contenido pueda garantizar la formación de funcionarios de carrera capaces de sostener la institución con una mirada de largo plazo. En ella se formarían los diversos cuadros expertos que no dependan de coyunturas políticas, sino que puedan formarse con Programas Académicos en Inteligencia y Contrainteligencia y sus diversas especialidades (inteligencia criminal, ciberinteligencia, inteligencia financiera, inteligencia cultural, inteligencia organizacional, prospectiva estratégica ).
Es preciso empezar a construir institucionalidad de la Inteligencia de Estado y un insumo clave es la investigación, formación y entrenamiento continuo. Metodólogos, analistas ( junior y senior), prospectivistas en ejercicios continuos y conjuntos deben formarse en la relación investigación/innovación/acción para utilizar métodos, herramientas, procedimientos actualizados en la producción de inteligencia con una mirada integral. La inteligencia de estado no solo enfocada en vulnerabilidades, factores de riesgo y amenazas, sino en las competencias anticipativas de búsqueda de oportunidades para el desarrollo del Estado.
Un buen analista de inteligencia no se forma en meses, con esquema de cursos o talleres alejados de las propias particularidades de las problemáticas y conflictividades del país, requiere hacer carrera y, sobre todo, experiencia. La inteligencia y contrainteligencia estratégicas en teoría/ práctica, no se focaliza en el aprendizaje y ejercicio de “operaciones” a nivel operativo y táctico, y muchas de ellas con la novelería de las operaciones denominadas encubiertas y, en el peor de los casos intrusivas,- sin judicialización preliminar-, que se riñen con el respeto de los derechos humanos y que penosamente desde 2009 que se inició la institucionalización de la inteligencia estatal, ha registrado episodios vergonzosos de espionajes, secuestros fallidos y otras operaciones de mediano calibre que, en su momento, fueron de dominio público y escándalo internacional.
Es preciso dar pasos firmes hacia la institucionalización del sistema nacional de inteligencia y contrainteligencia estratégica, de una sólida conducción de la inteligencia de estado con cuadros especializados, de la formación y consolidación de una cultura de inteligencia que propicie su legitimación en la ciudadanía, entendiéndola desde el diseño de una Política Pública con sus mecanismos de rendición de cuentas y transparencia institucional en los niveles que corresponda.
¿Vale la pena hablar de honradez y de sencillez?
Por Kléver Antonio Bravo
Existió un Gobierno que sin necesidad de cultura de inteligencia estratégica, dirigió al País desde el servicio público en donde las prioridades fueron construir un País de Avanzada,y lo logró, la delincuencia bajó a índices insuperables 5 por cada cien mil habitantes ,en las cárceles se crearon escuelas de formación de guías y verdadera rehabilitación d presos, la debacle económica, social y Narco Estado viene de estos ocho últimos años de descontrol, mafia, delincuencia organizada y retroceso total de lo logrado.