De apagones y algo más…

Sep 23, 2024

Por Melvyn O. Herrera

Otra vez en este Ecuador del alma estamos sufriendo la falta de energía eléctrica con sus varias consecuencias, principalmente apagones de luz, falta de agua potable en las redes ciudadanas y todo lo que se obtiene con ese vital servicio, ahora deficitario por las pasadas imprevisiones de los entes y funcionarios responsables de proveerlo acorde al crecimiento de la demanda ciudadana, lo que en estos días se agrava por la falta de lluvias y de aguas en los embalses que nutren con su fuerza hídrica a las varias generadoras bien y/o mal instaladas en sectores estratégicos del país.

Por el quemeimportismo estatal y de quienes figuraron en esos entes -que mejor no los nombro- en la década saqueada, con su centralismo, revanchismo político, complejos y hasta envidias personales, aquí en Manabí, militar, policial y fisicamente agredieron las instalaciones y clausuraron dos brillantes iniciativas generadoras de energía eléctrica, ya funcionando 16 meses, las que aprovechando los embalses de Poza Honda en Santa Ana y La Estancilla en Calceta, instaló un -como yo- enamorado y agradecido de esta tierra, Carlos González-Artigas D. (+) para su empresa “La Fabril” y extensivamente para quienes lo requieran y alcance. Fue MANAGENERACIÓN esa gran iniciativa que decomisaron sin razón ni justicia, demostrando la corrupción e impavidez que reinó en ese entonces y en muchos otros emprendimientos, cuyas consecuencias son las que hoy estamos viviendo, sufriendo y culpando a quienes heredaron ese caos.

A lo anterior, agreguemos el tortugismo gubernamental en las desiciones y contrataciónes de publicitados proyectos de aprovechamiento de la luz solar con instalaciones en la gran e inútil extensión aplanada en el derroche que es Refinería del Pacífico en El Aromo, Manta. Adicionemos también la existencia del monopolio gubernamental para la generación y distribución de ese vital servicio del convivir y progreso social, que no permite inversiones privadas en esos desde hace tiempos ya deficitarios servicios públicos; agravado esto con la recientemente denunciada corrupción en las varias empresas de este monopolio, reflejado eso en sus latisueldos y excesivas prebendas sindicales, por mencionar algo.

¿Soluciones? Hay que abolir el perjudicial monopolio estatal para la generación y distribución de energía eléctrica. Consecuentemente, se debe estimular con la debida seguridad jurídica la inversión privada, nacional y/o extranjera, regulando bien la provisión a la comunidad de este vital servicio. Para esto, deberían entre Ejecutivo, la actual asamblea -con minúsculas- y los órganos que corresponda, con la urgencia que amerita, promulgar lo mencionado.

Finalmente y para que “cuatro pendejos” (así los calificó el Presidente Noboa) se vuelvan a burlar en la asamblea -otra vez con minúsculas-, hagamos como hace poco recomendó un ministro del ramo en el gobierno del tibio G. Lasso, en Ecuador entero roguemos a la divina Providencia para que llueva pronto y bastante en esta sufrida patria.



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