La operación KAERB desarticuló una red criminal internacional (continente europeo y americano, países de habla castellana) dedicada a una multiplicidad de delitos cibernéticos, en un escenario de “crimen como servicio”.
Entre los delitos se incluyen el robo de terminales móviles, acceso indebido, robo de datos, extorciones y fraude. Esta operación, que involucró una cooperación sin precedentes entre cuerpos policiales y ministerios públicos fiscales de diversos países, ha tenido un impacto significativo en la lucha contra la criminalidad cibernética.
La red criminal operaba bajo el lema de “crimen como servicio”, utilizando una plataforma digital conocida como iServer. Esta plataforma era el epicentro de operaciones ilícitas que incluían robo de terminales móviles, acceso indebido, robo de datos, extorsiones y fraude.
Los delincuentes operaban a través de múltiples dominios y métodos de pago anónimos, engañando a las víctimas con mensajes de phishing que prometían recuperar dispositivos robados mientras en realidad perpetraban sus delitos.
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Desde hace al menos cinco años, la red tenía más de 2.000 usuarios registrados y afectó a aproximadamente 483.000 víctimas en varios países, incluyendo Chile, Colombia, Ecuador, Perú, España, y Argentina. Esta operación ha sido una de las más ambiciosas en la lucha contra el ciberdelito, destacando la cooperación internacional sin precedentes entre fuerzas policiales y fiscales de varios países.
El 10 de septiembre de 2024, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Ecuador, en colaboración con la Policía Nacional, llevó a cabo un operativo en Santo Domingo de los Tsáchilas. El resultado: dos presuntos involucrados detenidos y una incautación masiva de computadoras, teléfonos celulares, chips, tarjetas bancarias y otros elementos cruciales para la investigación.
La operación no solo llevó a la captura de varios miembros clave de la red, incluyendo al principal administrador argentino de iServer, sino que también desmanteló la infraestructura tecnológica utilizada para perpetrar los delitos. Se bloquearon las páginas web fraudulentas y se incautaron 921 artefactos, entre ellos 669 teléfonos móviles, 38 computadoras, 34 discos duros, y dos armas de fuego.
Las autoridades siguen trabajando para rastrear y recuperar los dispositivos móviles robados y asegurar que se haga justicia. Esta operación subraya el compromiso global contra el ciberdelito y la importancia de la colaboración internacional en la protección de los derechos de los ciudadanos. La operación KAERB es una prueba contundente de que el crimen cibernético no tiene cabida en el mundo digital.
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