Las operadoras de telefonía e internet deberán presentar sus planes de contingencia ante Arcotel para asegurar la continuidad del servicio durante los cortes eléctricos programados por el gobierno de Daniel Noboa. Esta medida, que afecta a servicios esenciales, pone a prueba la capacidad de respuesta del sector de telecomunicaciones.
Las empresas del sector, agrupadas en la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (Asetel) y la Asociación de Empresas Proveedoras de Internet (Aeprovi), afirmaron que han desplegado todos sus recursos disponibles, como baterías y generadores, para mitigar el impacto de los apagones. No obstante, advierten que estos equipos tienen una autonomía limitada de entre dos y tres horas, lo que genera intermitencias en los servicios cuando los cortes de energía se prolongan.
A pesar de los esfuerzos, expertos como Carlos Minango, especializado en telecomunicaciones, señalan que estos planes son insuficientes. Minango argumenta que las operadoras deberían contar con sistemas de respaldo más robustos y duraderos, y no depender únicamente de soluciones temporales. Según él, la normativa de Arcotel exige planes de contingencia que prevengan interrupciones prolongadas, algo que las empresas no han logrado garantizar.
Por su parte, el Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (Mintel) solicitó a Arcotel que supervise el cumplimiento de estos planes durante los cortes de energía programados del 23 al 27 de septiembre, que se extenderán varias horas durante la noche.
La interrupción prolongada de los servicios de telecomunicaciones afecta gravemente a la vida diaria, desde las comunicaciones hasta la educación y los negocios, agregó Minango. La conectividad, en este contexto, es vital y su interrupción puede tener consecuencias críticas en la sociedad.
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