El asesinato de las hermanas Rayane Alves Porto, de 28 años, y Rithiele Porto, de 25 años, ha causado una profunda conmoción en Brasil. Ambas jóvenes fueron secuestradas, torturadas y apuñaladas en Porto Esperidião, Mato Grosso. Las desgarradoras imágenes del secuestro, ocurrido el fin de semana pasado, fueron reveladas este martes. Los criminales exigieron un rescate de 100 mil reales, y durante el proceso de negociación también retuvieron al hermano de las víctimas y al novio de una de ellas, quien logró escapar y alertar a las autoridades.
El ataque comenzó después de una fiesta en Beira Río, cuando las víctimas fueron obligadas a subir a un vehículo. Posteriormente, sus cuerpos fueron encontrados en una vivienda. El hermano de las jóvenes fue hallado con graves heridas, incluyendo la amputación de un dedo y una oreja, así como múltiples cortes en la nuca.
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La policía investiga el caso bajo la dirección del comisario Higo Rafael. Se ha descubierto que un preso del Penal Central del Estado (PCE) en Cuiabá coordinó las acciones de los secuestradores mediante una videollamada de más de tres horas. Hasta ahora, 11 personas han sido arrestadas y se ha incautado un celular que será clave para confirmar esta conexión.
Confusión y rumores en torno al crimen
Se desmintió la versión de que las hermanas estuvieran involucradas en actividades criminales. A pesar de una fotografía en la que hacían gestos con las manos, un familiar aseguró que las jóvenes eran responsables y no tenían vínculos con facciones criminales. Sin embargo, el novio de Rithiele sugirió que el crimen podría estar relacionado con el gesto vinculado al Primeiro Comando da Capital (PCC), una facción rival, aunque esta hipótesis aún no ha sido confirmada.
Un legado de alegría y tragedia
Rayane, quien trabajaba como maquilladora y era candidata a concejal en las próximas elecciones locales, y Rithiele, estudiante de derecho con aspiraciones políticas, provenían de una familia circense. Tras el cierre del circo familiar debido a la pandemia, se mudaron a Porto Esperidião para estar cerca de su abuelo materno. El tío de las víctimas, que prefirió no revelar su identidad, describió a las hermanas como personas “muy alegres” y profundamente queridas en su comunidad.
El trágico fallecimiento de las jóvenes ha dejado un vacío en la comunidad de Glória D’Oeste, donde fueron enterradas el 15 de septiembre. La familia reafirmó que las hermanas no estaban involucradas en actividades criminales y que la interpretación errónea del gesto en la fotografía contribuyó a la confusión sobre el motivo del crimen.
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