El Banco Central del Ecuador (BCE) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico para 2024, reduciendo la expectativa inicial del 1% a un máximo de 0,9%. Este ajuste refleja una desaceleración en el consumo de los hogares, una menor inversión privada y una caída en las importaciones, lo que complica el panorama laboral y limita la generación de empleo de calidad.
La esperada reactivación económica, que depende de un mayor gasto público, no se concretará hasta finales de 2024, según las proyecciones del BCE. Además, las perspectivas para 2025 tampoco son alentadoras, con un crecimiento estimado de apenas 1,5%, impulsado por una leve recuperación en el consumo de los hogares.
Cifras oficiales no cuentan toda la verdad sobre los desaparecidos
Tanto el crecimiento proyectado del 0,9% en 2024 como el 1,5% en 2025 son insuficientes para mejorar significativamente los ingresos de los ecuatorianos o reducir la alta tasa de desempleo e informalidad, que afecta a más del 60% de la Población Económicamente Activa (PEA). De acuerdo con el análisis de LA HORA, los ecuatorianos cerrarán 2024 más empobrecidos y endeudados.
Para revertir esta situación, se necesitaría un crecimiento económico sostenido de al menos 4% anual durante varios años. Un estudio del Banco Mundial (BM) sugiere que alcanzar este objetivo requiere consensos nacionales para potenciar sectores clave como la agricultura, el turismo y la minería, que tienen el potencial de dinamizar la economía. No obstante, actualmente no existen planes concretos ni acuerdos en el país para implementar estas medidas y enfrentar la crisis económica estructural.
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