En un nuevo episodio de Políticamente Correcto, los analistas Decio Machado, Tatiana Quinga y Gabriel Hidalgo reflexionaron sobre la fuerza de la Revolución Ciudadana y el desafío que enfrenta Luisa González, quien repite como candidata a la Presidencia, en una campaña donde el correísmo busca consolidar su base electoral y superar los obstáculos que le han impedido triunfar en segunda vuelta desde 2021.

Decio Machado, politólogo y consultor, resaltó que este es un momento complejo para la izquierda en general en Ecuador, incluyendo al correísmo. “Muchos errores propios, sumados a una política que ha criminalizado a ciertos actores, han debilitado la identidad de la izquierda en el país”, señaló. Sin embargo, aclaró que, pese a las críticas sobre la intención de la Revolución Ciudadana de eternizarse en el poder, nunca suspendieron procesos electorales durante sus 10 años de gobierno. “Ellos aprobaron la reelección indefinida, algo que no comparto, pero que existe en otros países democráticos”, enfatizó.

Tatiana Quinga, politóloga y analista de la firma Ycare, coincidió en que el correísmo ha experimentado un desgaste, pero subrayó que la candidatura de Luisa González podría capitalizar el apoyo de sus bases al apelar a figuras emblemáticas como Ricardo Patiño. “El correísmo ha perdido el liderazgo legislativo que alguna vez tuvo, y por eso es importante recuperar a esas figuras para fortalecer las listas a la Asamblea Nacional”, indicó Quinga. A pesar de que el correísmo sigue siendo la principal fuerza en el legislativo, ya no ostenta el control absoluto que tenía en su auge, opinó.

Gabriel Hidalgo, académico y articulista, señaló que la pérdida del poder estatal ha sido un factor determinante en la caída del correísmo. “El correísmo, sin el control del Estado, no puede financiar políticas públicas de inclusión y bienestar como lo hacía antes”, explicó Hidalgo. Según él, la estrategia actual del correísmo se centra en intentar mantener su porcentaje histórico de alrededor del 35% del voto, pero advirtió que, si no logran un resultado positivo, podrían caer al segundo lugar en las preferencias electorales.

Finalmente, los analistas coincidieron en que el desgaste de la Revolución Ciudadana es notorio, pero la estrategia de recurrir a la nostalgia por los años de gobierno correísta y presentar a Luisa González como la heredera de ese legado podría permitirles mantenerse como una fuerza electoral relevante. Sin embargo, los cuestionamientos judiciales que rodean a líderes como Rafael Correa y la reciente lucha del correísmo contra la fiscal Diana Salazar han complicado la agenda política del movimiento.

¿Podrá Luisa González romper el techo electoral del correísmo? Esa es la pregunta que dominará el debate político en los próximos meses mientras Ecuador se encamina a una nueva elección presidencial.