La sequía en Quito alcanza niveles críticos. La capital ecuatoriana está sufriendo 32 días sin una gota de lluvia, y la situación se está volviendo insostenible. El agua está escaseando, la calidad del aire está en peligro y el riesgo de incendios forestales se dispara.
La falta de lluvias ha reducido drásticamente el caudal de las fuentes de agua en Quito. Jorge Ramírez, jefe de la Unidad de Operaciones Parroquias Norte de Epmaps, reveló que las vertientes, antes productivas, han caído de 70 litros por segundo a apenas 40 litros.
Además, el consumo en la ciudad es alarmantemente alto, con un promedio de 240 litros diarios por persona, muy por encima de los 140 litros recomendados por la OMS.
La sequía y las temperaturas extremas hacen estragos en los cultivos del país
¡Riesgo de Incendios y radiación UV al máximo! El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) alertó sobre los peligros de la sequía. Con cielos despejados y temperaturas extremas, la radiación UV está en niveles peligrosos, aumentando el riesgo de insolación y deshidratación. Además, la baja humedad y los vientos fuertes están generando condiciones ideales para incendios forestales.
Las zonas más afectadas incluyen Calderón, Pomasqui, y Chillogallo, donde se están tomando medidas de emergencia para redistribuir el agua. Ramírez hace un llamado desesperado a los quiteños para que reduzcan su consumo y eviten el derroche.
Aunque se anticipan lluvias hacia finales de septiembre, los pronósticos no son concluyentes y la situación sigue siendo incierta.
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