Las flores amarillas han tomado un papel protagónico cada septiembre, coincidiendo con el inicio de la primavera en el hemisferio sur. En Ecuador, uno de los principales exportadores de flores del mundo, esta tendencia ha impulsado la producción de girasoles, astromelias y rosas amarillas, entre otras variedades, durante los meses de julio a septiembre.
Pablo Viteri, gerente de Pacific Bouquets, confirma que la demanda de flores amarillas ha crecido significativamente desde que la tradición se viralizó en 2022. En 2023, las exportaciones aumentaron entre un 6% y 8% en ese periodo, y se espera que las cifras de 2024 mantengan esta tendencia positiva. Según Fedexpor, las ventas de flores alcanzaron 603 millones de dólares entre enero y julio de este año, un 2% más que en el mismo período de 2023.
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El sector florícola de Ecuador, quinto en la producción agrícola nacional, cuenta con más de 900 exportadores. Aunque las rosas dominan el mercado, las flores de verano como los girasoles y gypsophila también juegan un papel importante. Estados Unidos, Kazajistán y Canadá figuran entre los principales destinos de las flores ecuatorianas.
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