El pene ha sido históricamente considerado un símbolo de masculinidad, lo que ha generado preocupación en muchos hombres respecto a su tamaño. Según el doctor François Peinado, especialista en cirugía y salud sexual masculina, hasta el 50% de los hombres cree que su pene es más pequeño que el promedio.

El tamaño medio del pene en erección es de 13,1 cm de longitud y 11,65 cm de grosor (circunferencia). Esta percepción de insuficiencia se ve alimentada por la influencia de los medios y el consumo de pornografía, lo que lleva a muchos hombres a buscar soluciones médicas para mejorar su tamaño. “El aumento de la circunferencia suele ser solicitado por razones cosméticas y psicológicas, de forma similar al aumento de senos en las mujeres”, explica Peinado.

El especialista destaca que el tamaño del pene es relevante en las interacciones sexuales y que los procedimientos de aumento pueden ser una opción viable si se logran resultados satisfactorios y con pocas complicaciones. Sin embargo, es vital que los pacientes comprendan tanto los beneficios como los posibles riesgos.

Técnicas de aumento
Entre las opciones más comunes para el aumento del grosor del pene se encuentran las inyecciones de ácido hialurónico, grasa del propio paciente y la colocación de mallas dérmicas. En Estados Unidos, también está disponible una prótesis de silicona. Sin embargo, otras técnicas probadas no han ofrecido resultados satisfactorios.

El ácido hialurónico, utilizado en múltiples procedimientos estéticos, ha demostrado ser seguro y tiene la aprobación de la FDA, aunque tiende a reabsorberse con el tiempo, reduciendo el volumen entre un 40-50% al año.

Complicaciones

A pesar de los avances, los procedimientos no están exentos de riesgos. El doctor Peinado advierte que pueden surgir complicaciones como la disminución de la sensibilidad táctil en algunos pacientes, deformidades y la formación de nódulos con la utilización de grasa o silicona. Además, las mallas dérmicas pueden causar problemas postoperatorios como edema persistente, fibrosis o infecciones.

Aspectos psicológicos
Peinado subraya la importancia de tratar adecuadamente el trastorno dismórfico del pene, ya que muchos pacientes experimentan un malestar psicológico significativo, lo que afecta su calidad de vida y función sexual. El especialista insiste en que los pacientes deben ser evaluados psicológicamente antes de someterse a cualquier intervención de este tipo.

El doctor concluye que, aunque existen diversas técnicas de aumento del grosor del pene, no hay directrices clínicas estandarizadas y es crucial acudir a cirujanos experimentados para obtener los mejores resultados posibles.